Porco Rosso

Porco Rosso

viernes, 10 de febrero de 2017

BIRD de Clint Eastwood - 1988 - ("Bird")


Finales de los años cuarenta. Charlie Parker es un saxofonista visionario del jazz que tiene reconocimiento y fama pero también un gigantesco problema con el alcohol y las drogas. Apodado "Bird", Parker ha cambiado su disciplina para siempre con su estilo único. Sin embargo, su vida caótica y de brutales abusos le precipita cada día más en la adicción, la depresión, la frustración y el horror.


Después de su muy famosa pero verdaderamente floja y tal vez sobrevalorada "El sargento de hierro", Clint Eastwood, ya plenamente encarrilado en la excelencia a pesar de alguna película irregular puntual como la mencionada o la posterior "El principiante" (que además a partir de este momento empezarían ya a ser muy escasas), nos regaló una de sus mejores creaciones: "Bird". El director viajaba ahora al pasado para narrar la corta pero intensísima vida, en lo vital y en lo artístico, del gran maestro saxofonista del jazz Charlie Parker, apodado con el nombre del filme. Un soberbio, infravaloradísmo Forest Whitaker que se merecía miles de premios da vida al músico en una actuación inolvidable. El filme es Eastwood, que exhibe como siempre una maestría inmensa tras las cámaras, pero es sobre todo Whitaker: su mirada perdida, sus sonrisas a medias, su tormento expresado en su rostro sudoroso cuando toca o cuando abusa del alcohol o las drogas, es impagable. Es increíble que este actor esté como he dicho tan infravalorado y que sea tan poco recordado por este filme. Clint Eastwood nos lleva por el infierno del artista maldito que es un genio de su disciplina (no sólo un genio, sino un visionario) pero que, debido a su tormento, a su búsqueda constante de algo que no encuentra, a sus depresiones y frustraciones, a sus adicciones, es incapaz de llevar una existencia alejado de todos los vicios que sabe que van a matarle más temprano que tarde (murió a consecuencia de su alcoholismo y drogadicción con tan solo treinta y cuatro años). Es una historia que se ha repetido y que se repetirá sin cesar: Charlie Parker es una figura más autodestructiva que llega a alcanzar la cima de su arte y que se hunde en el horror de la existencia cotidiana y vacía, del que no sabe salir. El mérito es el retrato, que recuerda a "El perseguidor" de Julio Cortázar, realizado con nervio y consecuencia por Eastwood, con una dedicación tremenda y con una representación de época riquísima, e interpretado como he dicho por un Whitaker que parece sufrir de verdad y estar realmente perdido en la vida moderna en su papel. "Bird", eclipsada por otras obras magnificas de su director como "Sin perdón", "Un mundo perfecto" o "Los puentes de Madison", es una obra maestra imprescindible que hay que recordar sin cesar.


2 comentarios:

  1. Una película genial, totalmente de acuerdo. Hay mucho Eastwood bueno previo a "Sin perdón", y siempre hay que recordarlo. El relato de Cortázar que citas, por cierto, es uno de mis cuatro o cinco relatos favoritos de siempre junto con "Bartebly, el escribiente", "La muerte de Iván Ilich" y "Una avanzada del progreso".

    ResponderEliminar
  2. Los dos últimos me quedan: apuntados. Bartebly me encanta. Cortazar en general es un escritor que me flipa :)

    ResponderEliminar