Porco Rosso

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sábado, 15 de agosto de 2015

FINAL FANTASY VII. AVENT CHILDREN de Tetsuya Nomura y Takeshi Nozue - 2005 - ("Final Fantasy VII. Avent Children")


Hace dos años que Cloud y sus amigos derrotaron a Sephiroth y salvaron al mundo. Ahora él vive solo en las ruinas de la iglesia de Aeris intentando superar el trauma de aquella brutal batalla. La paz se va a ver, sin embargo, alterada de nuevo... Alguien está intentando una vez más sembrar el caos. Alguien relacionado con el triste pasado de Cloud, que va volver a tomar las armas junto a sus amigos para pararle los pies a esta nueva amenaza.


De todos los videojuegos de franquicia de "Final Fantasy", el más famoso es sin ninguna duda el "Final Fantasy VII" de 1997, que vió la luz en la primera PlayStation. Es un juego que cambió a la saga y a su género y que hoy es un clásico indiscutible que, al parecer, va a tener en breve un remake (ya saben, es la moda, hasta fuera del cine). Era de esperar que tarde o temprano este séptimo "Final Fantasy" tuviese alguna película. Lo que no era de esperar (o bueno, tal vez sí), es que fuese tan mala. Cuatro años después de la fallida "Final Fantasy. La fuerza interior", se sacaron de la manga "Final Fantasy VII. Avent Children", cinta ya producida en Japón que era una continuación del videojuego en el que se basa. Es mala. Mala hasta la avaricia. La animación es una pasada, es cierto. Al César lo que es del César. Es preciosa e incluso hoy en día, diez años después de su estreno, sigue sorprendiendo. Pero ya. Punto. El resto apesta. Y bien. Dicen que es una película que sólo los fans del videojuego disfrutarán. Pues bueno, yo soy fan del videojuego y no, no hay por donde cogerla. La trama consiste en resucitar por la cara (pero por la cara) a Sephiroth, el malo malísimo del videojuego de marras, y en poner a todos los personajes (a todos) a luchar contra él y contra tres secuaces cutres que son tres copias "emo" de su físico y que no pintan nada en la función. Fin. Los mencionados personajes no tienen carisma ninguno y aparecen atropelladamente sólo por exigencias del guión (porque si no aparecen los fans se cabrean, vaya), la trama es inexistente, los diálogos son pueriles, las referencias al videojuego son pencas y muy basiquitas y, para colmo, ni siquiera las escenas de acción ofrecen algo de dignidad; son un atropello constante de luces baratas y cámaras locas en las que no se logra ver nada.


"Final Fantasy VII. Avent Children" fue, como era de esperar y a pesar de lo paupérrima que es, un gran exitazo en Japón y hasta más allá. Hay frikis de la saga de los videojuegos que la reivindican con fervor alegando que fue muy incomprendida y que ante todo "es una película sólo y exclusivamente para los fans del juego en el que se basa" (aunque por suerte la gran mayoría, por lo menos los que yo he conocido, reniegan de ella con virulencia, y casi todos ellos son además fans fervientes de "Final Fantasy VII" y de la saga en general). Al lado de este engendro la anterior "Final Fantasy. La fuerza interior" es "El Padrino". Huyan de esta mierda bien envuelva como de la peste. Es auténtica e infumable basura; no se dejen engañar por su aspecto visual.


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