Porco Rosso

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miércoles, 14 de mayo de 2014

OTRA MUJER de Woody Allen - 1988 - ("Another woman")


Marion Post es una profesora de Filosofía de Nueva York que ha alquilado temporalmente un piso aparentemente silencioso para poder escribir, en un ambiente de sosiego, la novela en la que se ha embarcado. Este piso, sin embargo, no resulta ser tan silencioso y es contiguo a la consulta de un psicólogo... Marion empieza a escuchar, cada día, los problemas de sus pacientes y sobre todo de Hope, una joven que le recuerda a su pasado y las cosas que ella piensa que hizo y que no hizo bien.


En 1987 Woody Allen estrenó dos películas muy diferentes: la comedia nostálgica "Días de radio" y el drama "Septiembre", que homenajeaba a su querido maestro de cine sueco Ingmar Bergman y que volvía a los cauces de la injustamente infravalorada "Interiores", su "primera película seria" (no cómica, queremos decir). En 1988 volvía de nuevo como un relámpago con otro drama, "Otra mujer", en el que una vez más presentaba los postulados de "Interiores" y "Septiembre" y creaba uno de sus mejores filmes. Pausado, minimalista, con el drama excelentemente dosificado y apoyado en dos actrices absolutamente enormes (Gena Rowlands y Mia Farrow están del todo soberbias), Allen discurre por algunos de sus asuntos predilectos con un bisturí finísimo y lúcido, desplegando unos diálogos deliciosos y ensamblando la historia, corta y concisa en el mejor de los sentidos y con un ritmo perfectamente economizado, en un envoltorio visual precioso de interiores fotografiados por Sven Nykvist, el fotógrafo sueco que precisamente trabajó tantas veces para el mencionado Bergman y que volvió a repetir con Allen en "Delitos y faltas". El asunto básico es la incapacidad de volver al pasado y arreglar los errores que se cometieron entonces y, alrededor de este asunto, pivotan otros como la visión que las personas tienen de sí mismas y la contraposición con lo que realmente son, las frustaciones vitales de todo tipo (amorosas, familiares, educativas, sociales, laborales...), el machismo, la hipocresía de las clases intelectuales, la insatisfacción con el vacío del mundo moderno, la depresión, los ajustes de cuentas con los seres queridos.


"Otra mujer" está claramente influenciada por el cine de Ingmar Bergman pero, también, por el de otro gran maestro del cine de relaciones personales: John Cassavetes, autor de algunas de las más grandes obras maestras del que para muchos fue el "primer cine independiente" y creador de algunos de los mejores diálogos dramáticos de su tiempo. El hecho de que una de las dos protagonistas principales (la principal se puede decir incluso) sea Gena Rowlands, que fue mujer del cineasta fallecido en 1989 (un año después del estreno de esta película) y que protagonizó o fue secundaria en muchísimas de sus obras, no es casual, pienso. "Otra mujer", que tiene además uno de los mejores desenlaces de la filmografía de su autor (un prodigio de limpieza a la hora de tratar el optimismo) es una cinta fascinante, maravillosa, una muestra más de que Woody Allen es un director con una personalidad única y que ha tocado muchos más géneros que la simple comedia.


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