Rebeca, locutora en el canal de televisión de su marido Manuel, ha vivido toda su vida a la sombra de la figura de su madre, Becky del Páramo, famosa cantante y actriz idolatrada por sus fans que ha recorrido actuando medio mundo. Rebeca adora a su madre, pero algo oscuro late en sus sentimientos con respecto a ella. Cuando Becky vuelve a España, todo estalla entre madre e hija y los monstruos del pasado salen a la luz... Y además, con un terrible crimen de por medio.
Uno de los mejores dramas de Pedro Almodóvar es "Tacones lejanos", comparado hasta la saciedad con el filme de Ingmar Bergman "Sonata de Otoño", al que homenajea conscientemente y con el que comparte el asunto de las relaciones entre una madre artista y endiosada y una hija obsesionada con la figura de esta madre y con un complejo de inferioridad mayúsculo. La historia del filme se desvía de todas formas por los cauces habituales "almodovarianos": aparece un crimen (y esta vez bien calzado con la historia, porque a Almodóvar a veces le da por poner asesinatos dónde no pegan ni con cola) y se desata una ola de pasiones encontradas que arrastra a todos sus personajes a conscuencias terribles y a desastres emocionales insalvables. Por supuesto, la estética es la de siempre, aunque en esta ocasión prima un carmesí oscuro en muchas escenas que se ajusta perfectamente a los sentimientos a flor de piel de los personajes, extravagantes por supuesto y todavía transgresores en la España de principios de los noventa y, por supuesto, profundamente humanos.
"Tacones lejanos" conjuga a la perfección el mencionado drama con toques cómicos muy bien ensamblados que sirven para quitar peso a veces del horror psicológico que late entre los personajes (hay hasta una divertidísima coreografía que le da al filme un toque musical) y también con los detalles turbios, nada forzados en esta ocasión (en otras obras suyas sí que lo están) y pefectamente consecuentes con el melodrama en el que se integran. Los diálogos son maravillosos y algunas escenas (como el desenlace, de los mejores de Almodóvar) ponen los pelos de punta. Y, por supuesto, Marisa Paredes y Victoria Abril están simplemente fascinantes como madre e hija: las dos brillan con luz propia y entregan dos de los mejores papeles de toda su carrera. También está muy bien Miguel Bosé en su "doble papel", comedido y sorprendente, así como el resto de secundarios. "Tacones lejanos", tal vez eclipsada por dramas posteriores más famosos y premiados del director como "Todo sobre mi madre", "Hable con ella" o "Volver", es una genial película.
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