Porco Rosso

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jueves, 4 de abril de 2013

CALAMARI UNION de Aki Kaurismaki - 1985 - ("Calamari Union")


Diecisiete hombres llamados Frank y un hombre llamado Pekka deciden abandonar su barrio pobre y conflictivo de Helsinki, Kallio, para mudarse a uno rico y residencial, Eira, en donde pretenden comenzar una nueva vida porque están hartos de la que llevan, gris y sin expectativas. Juntos, se lanzan a recorrer la ciudad de una parte de a otra para trasladarse. Su periplo va a ser un auténtico y caótico delirio.


Después de la adaptación de "Crimen y castigo" que inauguró su filmografía, Aki Kaurismaki realizó ya como segunda película esta "Calamari Union", una obra enteramente propia en la que siguió asentando su particular narrativa concisa, de diálogos breves e intimismo delicado y humor inteligente (a ritmo de rock y música clásica sobre todo aunque con otros sonidos de acompañamiento como jazz o tango incluso -se notará siempre a partir de ahora la ecléctica pasión por la música del finlandés-). Esta historia, sin embargo, se aleja todavía de las que le harían famoso ("Sombras en el paraíso", "Ariel", "La muchacha de la fábrica de cerillas", "La vida de bohemia"...) en el aspecto de su surrealismo (la mayor parte de las obras de Kaurismaki se pueden catalogar, a pesar de su humor a veces delirante, dentro del realismo y, sobre todo, dentro del realismo social). "Calamari Union" es social, eso desde luego, pero es también absolutamente surrealista. Por un lado, aparte de la mencionada narrativa característica del finés, quedan también asentados la mayor parte de los asuntos que vendrían a posteriori impresos en su carrera fílmica: la exaltación del proletario sencillo frente a las hipócritas y podridas clases altas, la lucha por el hombre humilde por encontrar una vida que le llene de verdad y la denuncia de las condiciones inhumanas que impone el peor capitalismo, de un mercado laboral injusto y que se aprovecha de los débiles y de sistemas que miran para otro lado mientras los pobres sufren. Así, en una Helsinki oscura y fría pero salpicada de lugares pequeños y maravillosos (Helsinki que será ya la protagonista de muchísimas películas del autor), dieciocho hombres de extracción proletaria (de los que diecisiete se llaman Frank; el otro se llama Pekka), deciden abandonar su barrio conflictivo, Kallio, para mudarse a un barrio mejor, Eira, un barrio más rico. Y su periplo va a ser absolutamente delirante.


Kaurismaki sigue las aventuras de estos dieciocho hombres sin mucho orden ni concierto, en un delicioso caos en el que homenajea a los gags de toda clase, desde los de humor negro hasta los de verborrea inteligente pasando por el slapstick (y por supuesto, hay actuaciones de rock en vivo que se intercalan en el filme como los Hermanos Marx intercalaban las suyas, otra "marca de la casa"). Mientras, queda patente la referida crítica social habitual del director: el viaje de los Franks y Pekka para simplemente cruzar de una parte de la ciudad a otra es una auténtica locura en la que asistimos a cómo son marginados por su procedencia humilde. Hay muchas metáforas en "Calamari Union", y muchísimos simbolismos; hay que decir que unos son más efectivos que otros y que unos son menos comprensibles que otros. Debido a esto, el contenido social de la película se diluye un poco y pierde eficacia en algunos momentos. Sin embargo, sí que funciona plenamente la segunda creación de Kaurismaki como la comedia surrealista que pretende ser y, con sus imperfecciones, apunta a las formas que ya se instaurarían plenamente en la magistral "Sombras en el paraíso", la primera gran obra del finlandés.


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