Porco Rosso

Porco Rosso

domingo, 3 de febrero de 2013

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS de Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jakson - 1951 - ("Alice in Wonderland")


La joven Alicia se aburre mortalmente en las clases que su hermana mayor le da y sueña con una vida de aventuras. Todo cambia cuando, en mitad de una lección, ve por el campo a un conejo blanco que parece correr con prisa hacia alguna parte. Alicia le sigue... Y se interna en el increíble País de las Maravillas, un lugar fantástico lleno de peripecias que vivir que, sin embargo, también está lleno de peligros...


Según he leído, Walt Disney, antes de comenzar con su propio estudio de animación, había realizado cortometrajes en los que mezclaba los dibujos con la acción real basados en las aventuras de la Alicia de Lewis Carroll. Estos cortometrajes fueron evolucionando hasta transformarse en la serie "Las Comedias de Alicia" y llegaron a ser un total de 41, producidos entre 1923 y 1927, los cuales le dieron fama suficiente al revolucionario creador para embarcarse en otros proyectos como las primeras aventuras de su querido ratón Mickey. Disney incluso llegó a plantearse el hacer de "Alicia en el País de las Maravillas" su primera película larga de animación, aunque finalmente fue "Blancanieves y los Siete Enanitos". Era de esperar que en los años cincuenta, con la crisis que el estudio atravesó durante la Segunda Guerra Mundial por fin cerrada y con el retorno al éxito gracias a "La Cenicienta", el artista hiciese por fin su ansiado largometraje, que, sin embargo, no cumplió con las expectativas comerciales y críticas que se esperaban. Para empezar, su recibimiento en taquilla fue bastante frío (aunque no llegó a ser un fracaso absoluto), y los críticos (sobre todos los británicos) la destrozaron sin piedad y acusaron a sus animadores y a Disney de no ser fieles al espíritu de la obra de Carroll y hasta les acusaron de "americanizar a un personaje inglés". De hecho, este filme nunca más fue reestrenado en cine mientras el propio Disney vivió, y no fue vuelto a ver hasta la época en la que la televisión llegó a los hogares.


No soy un experto de la obra de Lewis Carroll y no me voy a poner a disertar aquí sobre ella, especialmente porque hay miles de interpretaciones de las aventuras de su Alicia y porque, por otra parte, la propia película de Walt Disney ha suscitado interpretaciones completamente enfrentadas y ambiguas. Y es que en "Alicia en el País de las Maravillas" de 1951 la crítica al capitalismo que muchos ven en la parábola de las ostras (no estoy tan seguro yo de ella, pero la comento porque muchos la ven así) se combina con el mensajito moral tradicional marca de la casa que exorta a los niños a portarse bien para no acabar perdidos como la desobediente Alicia, que no quería escuchar a su hermana mayor y estudiar "como una buena señorita debe hacer", mientras que la crítica a los desmanes de los poderosos en toda la parte de la Reina de Corazones (otros ven este mensaje aquí) se fusiona con la locura anárquica del Feliz No Cumpleaños. En fin, la película, como la obra de Carroll, es muy compleja, más de lo que parece, y no es en absoluto para niños, ya que contiene además pasajes verdaderamente siniestros, una pizca de humor negro, unos personajes que dan bastante mal rollo (incluso los supuestamente bondadosos) y en conjunto se trata de uno de los filmes más kafkianos de la historia del cine.


Más de 750 artistas trabajaron durante dos años en esta película dirigida por tres directores y que adapta tanto "Alicia en el País de las Maravillas" como "Alicia a través del espejo". Imagino que las críticas de los amantes de la obra de Carroll son justas en el sentido de que es bastante difícil adaptar ambos libros y en apenas 75 minutos, el canon de las películas animadas de la época. A todos los pasajes que deben faltar hay que sumar que el filme es en líneas generales bastante errático y parece no ir a ninguna parte, aunque por otro lado es toda una delicia del surrealismo y de la psicodelia y también tiene su gracia este erratismo. En la animación es desde luego impecable: es una maravilla, todas las escenas están llenas de detalles fantásticos, los escenarios son completamente soberbios y evocadores y la galería de personajes es una de las mejores de la factoría de Disney. Para los anales han quedado el Conejo Blanco, la Liebre y el Sombrerero Loco, y la Oruga, y el Dodo, y las cartas soldado y, sobre todo, el Gato Risón y la Reina de Corazones, dos de los personajes más emblemáticos del estudio de Walt y dos de los que más mal rollo dan (de pequeño me daban pesadillas, y estoy seguro de que no soy el único que las tuvo y que las tendrá). Porque, insisto, "Alicia en el País de las Maravillas" no es una película para niños, como tampoco lo era por ejemplo el cuento casi de terror que es "Pinocho". Es muy dificil realizar una crítica sobre esta película, pero sí recomiendo que la vean porque, desde una visión adulta, resulta estimulante y da para muchas horas de debate, a pesar de sus fallos evidentes (adaptación fallida y erratismo narrativo sobre todo). Una de las películas más extrañas de Disney y de la historia de la animación es, desde luego.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho este post.

    Me encantan todas las pelis de Disney. Cada una de ellas tiene un encanto especial. Recuerdo la primera vez que vi Alicia en el país de las maravillas. Quedé prenadada. Me la he visto unas cuantas veces, así como Blancanieves, La Cenicienta, etc...

    Un saludo!

    ResponderEliminar