Porco Rosso

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miércoles, 16 de enero de 2013

LOS MISERABLES de Tom Hooper - 2012 - ("Les Misérables")


Francia. 1815. Jean Valjean ha pasado 19 años encarcelado por haber robado pan y por fin su condena se ha cumplido. Sin embargo, debido a su condición de pobre total vuelve a meterse en problemas... De los que se libra gracias a la solidaridad de un bondadoso clérigo. Tiempo después, Jean es un hombre respetado que adopta a la hija pequeña de una mujer moribunda para darle una nueva vida. Sus planes por desgracia se van a ver interrumpidos por el implacable policía Javert, que conoce su pasado y que está obsesionado con impartir su propia justicia a toda costa. Mientras, el país vive tiempos turbulentos y un nuevo levantamiento popular se fragua en sus calles.


Aunque creo que le sobra alrededor de media hora, "Los Miserables" de Tom Hooper, otra versión más de la gran novela de Víctor Hugo (ahora en clave musical), es una película fantástica y con unos números y unas canciones espléndidas y, sobre todo, con unas actuaciones absolutamente soberbias. La historia es la que nos sabemos de memoria: una aventura de pasiones humanas que se atrinchera en una defensa férrea de los oprimidos, en un ataque a las injusticias que la propia ley demasiadas veces permite y en una disección de otros asuntos como la lucha del bien contra el mal, la solidaridad, la justicia, la religión, la libertad, la pena de muerte, las ideas radicales, la redención o el amor y la fraternidad. Tom Hooper, a pesar de la mencionada excesiva duración del filme que hace que pierda el ritmo (en contadas ocasiones pero lo pierde), sabe enganchar sin problemas tanto a los fans de la obra como a los profanos en una trama que emociona desde el primer momento (y de eso se trata en un musical) sin caer (ni de lejos) en la ñoñería o en el efectismo barato. La historia fluye entre número y número (apenas hay interludios y son cortísimos) tocando desde momentos intimistas a burlescos pasando por puras batallas campales y el público se identifica sin problemas con sus protagonistas, interpretados como he dicho de forma soberbia aunque hay que mencionar que especialmente es notable el dúo que establecen Hugh Jackman y Russel Crowe, que se comen la pantalla con su presencia y sus voces (sobre todo el primero, aunque también es cierto que tiene más metraje y más momentos para lucirse).


Pero todavía por encima de ellos está una absolutamente inolvidable Anne Hathaway que, en un papel mucho más corto, consigue poner los pelos de punta. La actriz no se come a la pantalla: se come al público desde su primer minuto y, especialmente, quedará para los anales y como escena mítica de la historia del cine su duelo contra la cámara, rapada y sucia, cantando descarnada y dibujando un dolorosísimo retrato de la miseria más absoluta a la que la novela del escritor francés hacía referencia. Hathaway está tan perfecta y tan sentida que esta actuación llega a eclipsar a las del resto del reparto, a pesar del enorme nivel que tienen todos sus componentes. Lo que queda de este "Los Miserables" de 2012 sigue siendo muy meritorio: los escenarios son geniales (aunque se abuse del plano cerrado a veces), el vestuario riquísimo, las coreografías están espléndidamente llevadas y contiene más momentos apoteósicos como el colosalista inicio con los presos, la parte de la barricada, el "renacer" del policía Javert o el onírico final. Muy destacado el retorno de Tom Hooper tras la multipremiada "El discurso del Rey".

2 comentarios:

  1. El plano de la Hathaway espectacular!! Claro que, encima, le ha tocado la canción más famosa del musical. No olvidemos que fue la canción que le dio la gloria a la dichosa Susan Boyle XDD

    Veo que sigue sin agregarme a sus favoritos. ES USTED MUY DESAGRADABLE!!! XDD

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  2. Creo que ésta es, junto con "Amour" de Haneke, la película de 2012 que más me ha llegado emocionalmente. Soy consciente de sus bajones de intensidad, de su abuso del primer plano en detrimento de unas panorámicas que a veces se echan de menos (aunque sólo sea para contextualizar, porque algunos saltos temporales no están bien resueltos narrativamente), de su última media hora algo atropellada... Pero me da igual, porque el carrusel de emociones que me ha provocado "Los Miserables" compensa con creces todos esos defectos. Momentos como "On my own" (Eponine bajo la lluvia), "One day more" (todo el reparto preparándose para el acto final) o el sublime "I dreamed a dream" en plano fijo me parecen de lo mejor que he visto en pantalla grande en mucho tiempo. El actor que menos me ha gustado ha sido Russel Crowe, pero creo que es problema de su personaje. Por el contrario, Eddie Redmayne me ha sorprendido positivamente (Marius es un tipo bastante cursi, pero él lo ha defendido muy bien en pantalla).

    Ahora bien, como admirador furibundo de la novela, creo que algunas cosas podrían haberse explicado mucho mejor (y no me refiero a lo que han tenido que quitar -que es mucho, muchísimo-, sino a cosas que se meten a la fuerza para que la historia avance pero no se desarrollan con fluidez). De hecho a mí no se me hizo larga. Más bien me faltaron 10-15 minutos para evitar los apresuramientos del último tercio.

    Aún así, lo dicho: una de las pelis que más he disfrutado últimamente.

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