Porco Rosso

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viernes, 17 de agosto de 2012

LA MISIÓN de Roland Joffé - 1986 - ("The Mission")



América del Sur, siglo XVIII. En las profundidades de la jungla los combates no cesan; nativos e invasores europeos luchan sin descanso. El cruel y brutal mercenario Rodrigo Mendoza vive rodeado de lujos gracias al tráfico de esclavos de las tribus de la selva al que se dedica. Un día, asesina a su hermano en un ataque de ira y, para redimirse, se une al padre Gabriel, que vive en una misión con indios guaraníes junto a las cataratas de Iguazú. Allí, Rodrigo cambia su antigua vida por una nueva: luchar por los derechos de los que antes esclavizaba. Pero los gobiernos del viejo continente, interesados en que la esclavitud prosiga, no se lo van a poner nada fácil. Rodrigo y Gabriel tampoco a ellos.


El inglés Roland Joffé es un cineasta que, heredero en su estética realista y a la vez romántica del clasicismo del Hollywood dorado y de creadores como David Lean o Sidney Pollack, ha creado una personal filmografía, corta y espaciada, en la que, cimentadas en una visualidad esplendorosa y a menudo barroca, de brillante fotografía y de ambientes cuidadísimos, ha narrado siempre grandes historias que han destacado, casi todas, por su crítico y agudo revisionismo histórico, por su defensa constante de los derechos humanos y por su reivindicación del recuerdo de causas o injusticias ya olvidadas. Acusado de efectista (lo es a veces) y hasta de manipulador, su cine, que sabe mantenerse sin problemas entre la más pura autoría y la comercialidad, es toda una experiencia para los sentidos (siempre rueda Joffé acompañado de grandes y famosos equipos técnicos) y un ejemplo de buen hacer y de construcción de historias que llegan a todo tipo de públicos y que, la gran mayoría de las veces, esquivan con limpieza y dignidad la demagogia en la que caen otros cineastas al tratar los asuntos que Roland Joffé suele tratar. Debutó este creador con la genial "Los gritos del silencio", en la que recordaba los genocidios de los campos de concentración de Camboya en los años setenta, película que le lanzó a la fama entre el público y entre la crítica, fama que se confirmó con "La misión", drama revisionista sobre la esclavitud de los indios de América del Sur, uno de los mayores éxitos de la década de los ochenta. Llegaron después, ya siempre entre su Inglaterra natal y los USA, "Creadores de sombras", sobre los constructores de la bomba atómica; "La ciudad de la alegría", sobre los pobres y los misioneros de Calcuta; "La letra escarlata", drama histórico sobre las comunidades puritanas de los Estados Unidos primitivos; "Goodbye, Lover", un thriller de humor negro; "Vatel", drama histórico sobre el amor impedido por la sociedad en la Francia del siglo XVII; "Cautivos", un nuevo thriller; "Encontrarás dragones", un drama religioso; "You and I", un nuevo drama, y "Singularity", una película de aventuras y ciencia ficción.


Nominada a seis Oscars, "La misión" fue la película que confirmó definitivamente a Roland Joffé como uno de los cineastas más prometedores de su momento. El estilo es el habitual en su obra: preciosismo visual, cuidadísima fotografía de los espacios naturales en los que el filme se rodó por completo, una hermosa y gran banda sonora y un cierto efectismo creador comedido. El asunto es otro habitual en Joffé: la revisión histórica crítica de unos acontecimientos terribles que, como otros tantos, tienden a ser olvidados. En este caso, la esclavitud de los indios de América del Sur. Dos personajes muy distintos protagonizan la historia: un antiguo esclavista encarnado por un genial Robert De Niro y un religioso encargando por un no menos grande Jeremy Irons. Ambos luchan contra la esclavitud y el exterminio de las tribus de las selvas del continente a manos de los gobiernos de Europa, pero con dos métodos distintos: el primero cree que hay que utilizar la fuerza; el segundo, la fe y el pacifismo. Tras una larga introducción que muestra la vida de Rodrigo como esclavista y su conversión a una nueva vida como defensor de los indios por culpa de un terrible drama, la trama se abre en un minucioso fresco sobre las conspiraciones de la época en torno a los intereses económicos (ligados a los religiosos) de la trata de esclavos, y culmina con la brutal batalla en la selva de los religiosos y los indios contra los invasores europeos, enviados por los gobiernos y por la propia Iglesia. El mensaje humanista tras el holocausto reivindica el recuerdo de todos estos hechos terribles, así como el recuerdo de muchos miembros de la fe cristiana que, fieles a sus ideas de amor entre los seres humanos, no dudaron en efrentarse a la propia organización a la que pertenecían. Sin embargo, este mensaje no moraliza: Joffé sólo muestra lo que ocurrió, y el espectador saca sus conclusiones. Conserva "La misión" aún un aliento muy actual: es un filme sobre dos formas de ver la lucha por una causa, pero es, además, un filme que enfrenta a la naturaleza humana originalmente bondadosa contra los intereses políticos de unos hombres sin escrúpulos que lo guian todo en la sombra.

5 comentarios:

  1. más que la peli, me gusta la soundtrack

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  2. La vi hace poquito por primera vez y la verdad es que es una magnífica película, destacando, para mí, la banda sonora, y la actuación de Robert de Niro.

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  3. Agil de sufrimiento20 de agosto de 2012, 2:03

    La misión, la última chechada de Roland Joffé.

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  4. Gran película, una pena que Joffé esté desaparecido en combate desde entonces.

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