Porco Rosso

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sábado, 11 de agosto de 2012

EL DICTADOR de Larry Charles - 2012 - ("The Dictator")



El General Almirante Haffaz Aladeen oprime con cariño sin par a su país, un pequeño pero muy rico en petróleo estado del norte de África llamado Wadiya donde las matanzas, las violaciones, la miseria y las injusticias son el pan de cada día. Su reinado puede sin embargo estar en peligro cuando las Naciones Unidas intenten meter sus cotillas narices en su política... Aladeen no lo va a permitir, y va a viajar a los Estados Unidos para asestarle un duro golpe a la impostora de la democracia... Las cosas, sin embargo, no le van a salir tan bien como esperaba y su vida se va a transformar en un infierno.


"El dictador" es, hasta este momento y según mi opinión, la mejor película de Sacha Baron Cohen, la que toma lo mejor del humor zafio, burro, sexual, negro y escatológico de sus personajes Ali G, Borat y Brüno y los integra, por fin, dentro de una trama coherente, con una linealidad y con un objetivo (el mayor error de algunos filmes anteriores del actor y cómico radicaba en la falta de este objetivo en la historia que narraban, que no pasaba de ser una sucesión de gags mejores y peores -algunos muy buenos y otros no tanto- sin demasiada articulación -la irregular "Brüno" era la mejor muestra de este hecho-). Parodiando descaradamente a la obra maestra de "El gran dictador" de Charles Chaplin, Baron Cohen narra una historia parecida en la que un dictador de un país ficticio de África termina por casualidades crueles del destino perdido en los Estados Unidos, a cuyo "way of life" ha de adecuarse y en donde, también a modo de parodia de la comedia romántica norteamericana más pacata, se enamora y se encuentra a sí mismo. Y posiblemente, anclado en este argumento a priori tonto, se encuentre una de las críticas más bestias a todos los sistemas posibles tanto en lo político como en lo social. Porque Baron Cohen, una vez más, se mete con todos y con todo y de forma absolutamente indiscriminada: él da vida al mencionado dictador ególatra y niño mimado que se cree que todos le persiguen y que asesina y tortura aleatoriamente a cualquiera de sus sufridos súbditos por faltas reales o imaginarias según su delirante criterio vital. Aquí está, y era de esperar, la crítica inmisericorde a estos señores de las guerras y los autoritarismos: hay matanzas, hay violaciones, hay pederastia, hay fanatismo religioso, hay muchas armas, hay terrorismo y hay mucho lujo mientras el pueblo se muere de hambre y mucho regodeo en todo ello, cómo no. Pero también hay en "El dictador", desde el momento en el que éste acaba perdido en los USA, ataques brutales a los peores fallos de las democracias, a la corrupción institucionalizada, al terrorismo de estado, a las nuevas potencias inhumanas como China, a la explotación del hombre por el hombre en general, a la hipocresía de esas naciones que se llaman a sí mismas civilizadas y que quieren dominar a las que consideran primitivas, al tráfico de armas, al racismo, a la marginación de la mujer y del homosexual, a la cultura de las apariencias y del éxito e incluso a los hippies de diseño que resultan ser tan hipócritas y descerebrados como los más clasistas burgueses entre los clasistas burgueses.


El humor es el de siempre: el de Baron Cohen; es decir, el humor como he señalado bruto, zafio, sexual, negro y escatológico que alterna constantemente lo inteligente con lo tonto y lo irónico con lo lerdo, y todo la verdad es que con gracia, con mucha gracia (depende también de si te gusta o no el humor de este hombre, que soy consciente de que irrita y desquicia a muchos -a mi no-). Momentos para el recuerdo quedan muchos, pero conservo especialmente el discurso final del dictador (parodiando y reparodiando al Chaplin que imitaba a Hitler) en el que no deja títere con cabeza y expone sin pelos en la lengua la hipocresía total y absoluta de la política estadounidense y de más allá y su paternalismo y su sed de capitalismo desmedido fanática y demencial. "El dictador" es una joyita de la comedia que será, si no lo es ya, un clásico. Y si no, esperen. Hasta ahora, el mejor filme sin ninguna duda de Sacha Baron Cohen.

1 comentario:

  1. De acuerdo en todo, la película es excelente!

    Se ve que Baron Cohen ha madurado y cada vez le salen mejor las cosas...

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