Porco Rosso

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martes, 27 de diciembre de 2011

INMORTALS de Tarsem Singh - 2011 - ("Inmortals")


El brutal y sanguinario Rey Hiperión está saqueando toda Grecia en busca del legendario Arco Epiro, fabricado por los dioses y que le permitirá liberar a los diabólicos titanes, encerrados en el Monte Tártaro y con un poder capaz de destruir a toda la humanidad e incluso a los propios moradores del Olimpo. Zeus, sin embargo, tiene un plan para pararle los pies: ha puesto sus esperanzas en el joven Teseo, un pescador justo y humilde que está llamado a liderar a los griegos en contra de Hiperión y a salvar el mundo.


El retorno a las salas del poco prolífico Tarsem Singh tras la maravillosa e imprescindible "The Fall. El sueño de Alexandria" resulta cuanto menos decepcionante. "Inmortals" tiene vocación de autor en lo visual, y mucha, pero su trama carece en todo momento y en casi todos los aspectos de garra. Basada muy libremente en las aventuras del héroe griego clásico Teseo, el filme narra algunos momentos de su leyenda mezclándolos con otros hechos mitológicos y algunas invenciones de los guionistas para configurar una historia épica con todos sus habituales elementos: el valiente protagonista de casta humilde, su compañero buscavidas ocasional y la heroína de turno se enfrentan al rey malvado habitual mientras luchan contra variopintos enemigos y, en este caso, como en toda trama ambientada en el mundo mitológico grecolatino, los dioses les ayudan en varios momentos. Hay acción, persecuciones, romance y una batalla final. Con estos mismos elementos hay películas que funcionan. "Inmortals", sin embargo, no lo hace porque no tiene, como se suele decir, "ni chica ni limoná".


El protagonista (el futuro nuevo Superman, Henry Cavill), no está demasiado desarrollado (ni su pasado, ni su romance con la oráculo, ni su compañerismo con los otros personajes, ni su relación con su madre y con Zeus) y tampoco inspira mucho carisma. Sus acompañantes no van igualmente más allá de los apuntes básicos: la oráculo es la oráculo, el amigo ladrón es el amigo ladrón, el vil traidor es el vil traidor, el malo es el malo malísimo y las actuaciones caprichosas de los dioses a veces no tienen mucha explicación. La trama, por otra parte, es demasiado lineal y se deja cosas en el tintero, mientras que el desenlace no está bien explicado. Todo es demasiado obvio, todo es demasiado predecible, y encima no hay "alma" en el conjunto, no hay dramatismo, los personajes no sienten ni padecen y tampoco existe un toquecito de comedia (a veces se echa de menos, sin que por supuesto la comedia sea vergonzante). "Inmortals" no llega al espectador: termina la película y éste la olvida, y es una pena porque su empaque visual es verdaderamente precioso.


Como no podía ser de otra manera en Tarsem Singh, el aspecto visual de la obra es como he señalado esplendoroso: mantiene el equilibro perfecto entre la representación de la Grecia mítica y dorada y la Grecia realista de escenarios más sucios y cutres, la fotografía es muy bonita y los colores y sus combinaciones están escrupulosamente elegidos, el vestuario tiene personalidad y los efectos especiales, aunque abundan, no son excesivos para tratarse de una producción de este calibre comercial. Pero esto, por desgracia, no levanta a una película que no inspira casi nada y que no será recordada por ninguna escena ni por ninguna sensación especial.

1 comentario:

  1. Félix S. Trabanco.3 de enero de 2012, 3:40

    Menuda tontería de película. Copia la estética de 300, y yo creo qu el resultado hace de la misma 300 por comparación, una obra maestra, y eso que 300 me parece malísima.

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