COWBOYS & ALIENS de Jon Favreau - 2011 - (“Cowboys & Aliens”)

1873. Un hombre que no recuerda nada de su vida pasada despierta solo en el desierto de Arizona con un misterioso artefacto que desconoce en sus manos. Se acerca al pueblo más cercano y allí es testigo de un ataque de una cultura desconocida que ha llegado desde el cielo y que posee unas armas brutales nunca vistas por nadie. La memoria empieza a volver a su cabeza mientras se une a los aldeanos para enfrentarse a la amenaza.


Actor y director todoterreno, Jon Favreau ha aparecido como intérprete (casi siempre secundario) en muy variadas películas (desde “Swingers” o “Very Bad Things” a “Daredevil”) y ha dirigido, centrado en el cine familiar, las comedias “Made” y “Elf”, la película de aventuras para niños “Zathura”, los filmes de superhéroes “Iron Man” e "Iron Man II" y el homenaje kitsch “Cowboys & Aliens”. Aunque su carrera tras la cámara es muy irregular, con sus últimas películas ha logrado despuntar como un solvente creador de cine de aventuras y acción.


“Cowboys & Aliens”, basada en un comic de Fred Van Lente y Andrew Foley que no tengo el gusto de haber disfrutado, es un entretenimiento más que digno que, sin ninguna clase de pretensión, homenajea con gracia al kitsch y a la serie B más desprejuiciados mezclando dos géneros como son el western y el alienígena con bastante cachondeo pero sin que el conjunto llegue a terminar resultando ridículo. La película tiene un argumento lineal y directo y está llena de lugares comunes de los dos géneros mencionados (el duelo con pistola, la banda de cuatreros, los indios, los platillos voladores, las abducciones, los bichos feos y con tentáculos...), mientras que sus personajes no son especialmente hondos (el vaquero atormentado, el malvado terrateniente que no es tan malo, el proyecto de adolescente que se enfrenta al mal y le vence, el joven idiota, el cobarde que luego resulta ser valiente...). Sin embargo, todo el elenco actoral goza de carisma suficiente para mantener en forma a la cinta, mientras que su director, si bien no tiene como he dicho pretensiones de ninguna clase, tampoco se entrega a un trabajo meramente de encargo y pone bastante buen hacer al conjunto. La prueba de ello es que la mencionada mixtura de western y aliens no sonroja, la acción resulta en todo momento entretenida, los personajes gustan y no chirría demasiado que, por ejemplo, los mencionados aliens (un poco sosos y poco imaginativos, todo sea dicho) sean bastante imbéciles a pesar de tener una tecnología punta que supera con creces a la de los protagonistas. En fin, “Cowboys & Aliens” no es una obra maestra en absoluto, pero se puede ver mejor que muchas otras cintas comerciales y entretiene en todo momento sin resultar estúpida.