Porco Rosso
lunes, 27 de junio de 2011
EL DÍA DE LOS MUERTOS de Steve Miner - 2008 - ("Day of the Dead")
Una misteriosa infección está transformando a las personas en zombies sedientos de sangre que vagan por las calles sembrando el terror y en busca de víctimas a las que infectar. En el pueblo de Leadville, en Colorado, un grupo de supervivientes se unen a otro de militares para combatir a la amenaza.
Steve Miner es un artesano del cine y la televisón que, sin personalidad, alterna películas correctas con mediocridades y bazofias (las cuales abundan más en sus últimos tiempos, verdaderamente deleznables en lo creativo). Ha dirigido capítulos de series como "El abogado", "Miss Match", "Jake 2.0", "Ahora o nunca" o "Switched and Birth" y su filmografía se compone de la segunda y la tercera parte de la saga de "Viernes 13", de la comedia de terror "House, una casa alucinante", de la comedia universitaria "Harvard, movida americana", del filme fantástico "Warlock", del drama de superación "Wild Hearts can't be Broken", del drama romántico fantástico "Eternamente joven", de las comedias "Mi padre, ¡qué ligue!" y "Mi querido enemigo", del horrendo filme de terror "Mandíbulas", del western "Texas Rangers", de la comedia bélica "Major Movie Star" y del filme de zombies "El día de los muertos".
Si el remake de "El amanecer de los muertos" de George A. Romero perpetrado por Zack Snyder era una película fresca y apreciable, el de "El día de los muertos" de Steve Miner es todo lo contrario. El argumento original está diluído hasta lo desconocido (los zombies parecen tener recuerdos de su vida pasada pero poco más que haga recordar al muerto viviente inteligente del clásico de 1985) y todo es una excusa para poner a militares con pintas de adolescentes (encabezados por Mena Suvari y por Ving Rahmes -su personaje no es el de "El amanecer de los muertos", aunque en un principio se puede llegar a pensar en que tal vez haya alguna conexión-) y completamente planos que se dedican a dar carreras sin sentido por un pueblo de Colorado, donde la acción se ambienta (y por cierto, sin que haya ninguna explicación de la plaga que lo asola). Los zombies son de nuevo infectados que corren que se las pelan y que tienen una fuerza notable, aunque a Miner se le va la mano y ya casi parece que son karatekas de los saltos que dan y de las acrobacias que son capaces de hacer, con lo cual resultan desde un primer momento ridículos (y la ridiculez la acentúan los efectos especiales y el maquillaje que los visten, más pútridos que de costumbre pero más irreales y de pastiche). No queda aquí la cosa, ya que, rizando el rizo, existen en esta infame bazofia zombies que incluso esquivan balas cual Neo en "Matrix" y otros que corren por las paredes cual Spiderman (es cierto, y es patético). La dirección del filme es mediocre y está saturada de efectismo, los diálogos son estúpidos, las escenas de acción soporíferas, el montaje horroroso y el hecho de que cada vez que aparezca un zombie la cámara se acelere videocliperamente es tremendamente cansino y demuestra una falta de imaginación como director preocupante. Un cero patatero. Eso sí, como comedia involuntaria, la película funciona: me eché unas buenas risas con los amigos en su visionado.
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Desconocía por completo la existencas de esta película, le echaré un vistazo por pura curiosidad.
ResponderEliminarGracias por descubrirmela!