Porco Rosso

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miércoles, 16 de marzo de 2011

SUPERMAN III de Richard Lester - 1983 - ("Superman III")


El joven Gus Gorman no lo sabe, pero es uno de los más grandes genios de la informática de todo el mundo. Sin empleo y sin futuro, es contratado por Ross Webster, un multimillonario sin escrúpulos que quiere aprovecharse de él para que, con sus ordenadores, se haga con el dominio de los mercados de todos los países y construya una máquina de destrucción con la que pueda dominar la Tierra. Alguien interfiere en su camino: Superman. Sin embargo, nuestro héroe tiene además otro nuevo enemigo: su propia sombra maligna, que se ha desdoblado de su cuerpo para sembrar la destrucción y el caos.


Después del tremendo éxito que “Superman II” repitió en la taquilla, la Warner quiso jugar sobre seguro y encargó el rodaje de la tercera parte de la saga a Richard Lester, que ya se había encargado de “completar” lo que Richard Donner dejó al marcharse del rodaje de la segunda, expulsado por sus mismos productores, que querían un Superman menos serio que el que él estaba recreando y que buscaban otorgar a las aventuras del superhéroe un tono cómico que pensaban que daría aún mejores resultados económicos. Fue lo que hicieron, ya con plena libertad y sin contratiempos de ningún tipo, en “Superman III”, la que es hasta ahora la peor película del hombre de acero jamás filmada (peor para mi gusto incluso que la cuarta entrega, que también es verdaderamente despreciable). Christopher Reeve, que empieza a encasillarse peligrosamente, repite papel protagonista, mientras que Gene Hackman se niega a dar vida de nuevo a Lex Luthor (aunque volvería a hacerlo en la mencionada “Superman IV”), por lo que el carismático villano es sustituído por un millonario muy listo y excéntrico (Robert Vaughn) con, la verdad, muy poca gracia (es realmente una copia/parodia del propio Lex Luthor, físicamente muy parecido y con gestos y procederes criminales casi idénticos). Se introduce además, por primera y última vez en la saga, un secundario cómico, el informático Gus Gorman, al que da vida el recientemente fallecido de ataque cardíaco Richard Pryor, que por entonces era uno de los cómicos más populares de los USA y que aquí, la verdad, es tan incapaz de sacar una mínima sonrisa que hasta resulta patético e irritante con sus gesticulaciones exageradas y sus golpes y caídas absurdas. Su personaje no se lo cree ni él mismo. El de Superman, por otra parte, sigue adentrándose en su pasado, reencontrándose con Lana Lang, su amor de juventud en Smallville, pero esta relación no ayuda nada a levantar la historia, que se mueve entre escenas de acción mediocres (la mayoría) y vulgares idioteces de un guión insultante que pretende ser, ante todo, cómico, como comenté antes, pero que no hace reír ni una sóla vez en todo el metraje (y en los años que ya corren todavía menos, por eso la película además ha envejecido tan mal). Sólo hay algo que se salva: la lucha de Superman contra su sombra maligna, realmente emocionante y bien narrada, él único punto luminoso de todo el filme (que iba a llamarse en un principio “Superman VS Superman”). El resto es para tirarlo directamente a la basura. El peor Superman de todos con diferencia, y miren que, como he dicho, la cuarta parte también es mala con avaricia.


Como curiosidad, he de mencionar que hay muchos que salvan a esta película argumentando que se trata de una muestra más del "típico humor Lester", el que exhibió en las innumerables y geniales comedias que dirigió. Puede que tengan razón, pero pienso que Superman no es el personaje ideal para mostrar este humor (a no ser que se rodase una parodia sobre su personaje, que no es el caso). Lester es un gran director, pero aquí pienso que se hundió completamente.

2 comentarios:

  1. Desde luego, Superman no es para hacer una comedia en plan Lester. Estoy de acuerdo. Fallida. Paul.

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  2. Decididamente aquí la cosa empezó a salirse de madre, pero siempre me gustó el Superman malo. De hecho me parece demasiado entrañable como para decir algo malo de ella.

    ¡Superman III rockea!

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