Porco Rosso

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sábado, 15 de enero de 2011

MUERTE ENTRE LAS FLORES de Joel Coen - 1990 - ("Miller's crossing")


Tom es el hombre de confianza de Leo, el mafioso que gobierna la ciudad. También es su mejor amigo. Leo está enamorado de la bella Vera, que mantiene una relación con Tom que va más allá de la amistad. Un día, otro mafioso, Johnny Casper, pide permiso a Leo para matar a Bernie, el entrometido, chulo e inútil hermano de Vera, un tonto al que muchos detestan en el lugar por meterse en donde no le llaman y fastidiar los negocios ajenos. Leo le niega el permiso. Una espiral de violencia y conspiraciones está a punto de abrirse ante todos…


Un amigo me comentó hace no mucho que “Muerte entre las flores” le recordaba tremendamente a la genial novela de Dashiell Hammet “La llave de cristal”, en especial en lo referente a la ambigua relación que mantienen dos de sus protagonistas, en ambas obras jefe y subordinado respectivamente de un grupo mafioso y tan amigos como competidores por las atracciones de la misma mujer. Tras investigar un poco, descubrí que el homenaje es completamente intencionado. Los hermanos Coen, después de la brutal y oscurísima “Sangre fácil” y de la loca comedia “Arizona baby”, alcanzan para muchos la madurez con esta genial cinta, una nueva película negra en la que funden este género con la comedia irónica y absurda y con el drama de relaciones y hasta romántico más desgarrador. En este caso, como en otros futuros, ambientan su historia en uno de los pasados más evocadores de los USA: los años veinte y/o treinta, la "edad de oro" del gangsterismo, pasado que les permite homenajear sin cesar tanto al cine negro clásico como a los grandes escritores del género: Jim Thompson, Raymond Chandler o el mencionado Hammet. Este homenaje es patente en casi todas las escenas del filme, en el humor paródico incesante que se desprende durante todo su metraje, en los caracteres arquetípicos y también paródicos de sus personajes (pasados por el filtro estrambótico y esperpéntico de los Coen), en su banda sonora, en sus planos (estructurados como hermosos cuadros) y en su genial fotografía, de aires oníricos, que ensalza la época que retrata (recreada con riqueza sin par) con escenas oscuras muy suaves y escenas luminosas casi rutilantes. El conjunto visual desprende un lirismo sin par que muchos han comparado con el de algunas películas orientales de yakuzas con gran acierto (en “Miradas de cine”). Con sus intrigas y sus asesinatos, “Muerte entre las flores” es una historia de perdedores que narra cómo un hombre se debate entre el amor y la amistad en un entorno hostil, que no es otro que la guerra de mafias. Tom, un impresionante Gabriel Byrne, es amigo de Leo (otro genial Albert Finney), que es su jefe, y es amante de Vera (muy destacada Marcia Gay Harden), a la que Leo desea. Cuando otro jefe mafioso pide permiso a Leo para matar a Bernie (John Turturro), el hermano de Vera, un hombre impetuoso, entrometido e inútil al que muchos le tienen ganas desde hace bastante tiempo, la tragedia se precipita. A partir de esta petición, la compleja y excelentemente hilvanada trama se desenvuelve entre fina y a la vez cruda violencia, dramatismo brutal y a veces tierno y humor a caballo entre negro y surrealista. Tom es un ganador y un perdedor a la vez. Es él el que dirige a Leo en la sombra a pesar de la amistad que ambos tienen. Es, a pesar de su oficio, un hombre hasta cierto punto íntegro que es capaz de dar algo por los demás y que por ello se busca más de un problema. A pesar de coger en casi todo momento la sartén por el mango, recibe golpes sin parar y como ningún otro personaje. Como en “La llave de cristal”, jefe y subordinado (cuyos papeles se intercambian sin cesar a lo largo de todo el metraje) compiten por la misma mujer mientras luchan por mantener su amistad, y Tom, como el Ned Beaumont de la novela referida, se introduce en la banda rival haciendo creer que ha abandonado a Leo para dinamitarla desde dentro. También, como Ned, se ve perseguido por todos en todas partes, incluso por los que ha salvado (el pérfido y despreciable Bernie). El desenlace de la película, que no revelo, pone la relación entre Leo y Tom al mismo nivel que la de Paul (el jefe mafioso de la novela) y Ned a la llegada del propio desenlace de la obra escrita. Los parecidos son tremendos, tanto que a veces parece tratarse la cinta de una completa adaptación no acreditada de la novela. Los diálogos son geniales, chispeantes y a veces delirantes, ágiles y divertidísimos, haciendo gala de un humor negro que a veces se vuelve realmente macabro. Para muchos, como comenté arriba, “Muerte entre las flores” es la película de madurez de Joel e Ethan Coen. No hay duda de que es una de las mejores obras negras de los años noventa.

4 comentarios:

  1. Mi película preferida de los Coen desde siempre, teniendo en cuenta que la única que no vi en su estreno fue SANGRE FÁCIL. Maravillosa por todo; por su desgarrada lírica y porque marcó un antes y un después para entender el cine negro totalmente renovado. Una película redondísima que emociona cada vez que ves ese sombrero elevarse entre las hojas...

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  2. Un peliculazo desde luego. Muy superior para mi gusto a lo que vino después. Y con lecturas muy interesantes sobre el carácter humano.

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  3. Mis Coen preferidos: cuando abordan el cine negro ya sea clásico "Muerte entre las flores" o moderno "Fargo". Fue la primera colaboración de Buscemi con los Coen que le dieron el papel por su parecido con Peter Lorre. Saludos. Borgo.

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  4. De lo mejor de los Coen sin duda. Y pocas veces Gabriel Byrne ha estado más duro.

    Gran peli.

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