480 antes de Cristo. El poderosísimo Imperio Persa, dirigido por el ambicioso y tirano rey Jerjes, ha invadido Grecia. Mientras las polis se preparan para hacerle frente y evitar que las conquiste, el rey Leonidas de Esparta, la ciudad de los grandes guerreros, parte con sus trescientos mejores hombres para intentar pararle los pies en el angosto y hostil paso de Las Termópilas. Los persas son muchísimos más que ellos. Pero ellos no piensan retroceder un centímetro. Una de las batallas más sangrientas y heroicas de la historia está a punto de comenzar.
Pintor y cineasta llegado del mundo de la publicidad, Zack Snyder viene rodeado de una cierta polémica como adaptador de obras famosas del comic moderno. Tras debutar con el ciertamente muy buen remake de la segunda obra de zombies de George A. Romero “El amanecer de los muertos”, trajo a las grandes pantallas “300” de Frank Miller y “Watchmen” de Alan Moore y Dave Gibbons. Ambas cintas han dividido a los fans de ambas obras: ambas, valga la redundancia, por ser extremadamente fieles en el campo de lo visual a las originales pero por introducir igualmente algunas discutidas variaciones argumentales que en el caso especial de la obra de Miller son bastante facilonas e incluso pueriles. Para mi Zack Snyder es, a pesar de esto, un gran adaptador que por lo menos aporta una cierta fidelidad en una industria en la que las adaptaciones literarias, de comics, de videojuegos etc. no suelen ser nada fieles por desgracia a los originales en los que se basan. Eso si, a la espera estamos todavia de que haga alguna obra propia y personal. Después de estas mencionadas adaptaciones, el director únicamente ha rodado la aceptable película de animación "Ga'Hoole: La Leyenda de los Guardianes".
“300”, basada en el comic del mismo nombre de Frank Miller, es un hito visual de su tiempo para bien o para mal: está rodada por completo sobre fondos azules y verdes utilizando la técnica del croma y casi todos sus planos tienen algún tipo de efecto especial. Dejando a un lado la controversia sobre si esto es o no es cine (debate que siempre estará abierto), hay que decir que la segunda cinta de Zack Snyder es en todo momento una muy buena película de acción, a pesar de algunos elementos puntuales que la lastran parcial aunque no totalmente. El comic de Miller narraba, en clave de pura ficción, la gran Batalla de Las Termópilas, en la que trescientos guerreros espartanos murieron luchando fieramente contra los soldados del rey persa Jerjes, que había invadido Grecia. Su sacrificio sirvió para retrasar a las tropas de este imperio y para debilitarlas de cara a las batallas que quedaban por librar, en las que las demás polis griegas aliadas pudieron vencerles definitivamente. Lo hacía el entonces genial escritor y dibujante norteamericano, hoy algo devaluado tras algunas obras inexplicablemente horrendas en lo que a argumento se refiere (entre ellas su infumable “El Señor de la Noche contraataca” y su despreciable debut en el cine “The Spirit”, con la que Will Eisner va a a pasar siglos gritando de horror en su tumba), mezclando acontecimientos y personajes históricos reales con otros inventados que enriquecían extraordinariamente la trama, ambientada en un pasado de aires míticos y estética tan épica como realista, ambigua, colosalista e incluso pulp. Fue “300” uno de sus mayores éxitos junto a creaciones maravillosas como las primeras historias de “Sin City”, “El Regreso del Señor de la Noche” ,“Batman: Año Uno”, “Ronin” o sus trabajos con "Daredevil" y "Elektra". La película básicamente calca a la obra original, aunque introduciendo algunas variantes en mi opinión nada acertadas. La trama es sencillísima: tras una introducción sobre la dura vida en Esparta y la enemistad de toda Grecia con el hostil Imperio Persa, el rey espartano Leonidas parte con trescientos de sus mejores guerreros para parar los pies a las tropas del mencionado invasor Jerjes. El resto del filme es ya una interminable batalla que viene alternada con la subtrama de la mujer de Leonidas, que en la propia Esparta intenta acabar con una conspiración persa para hundir a la ciudad (subtrama que en el comic no aparece y que, la verdad, no aporta casi nada a la historia). “300” hay que verla como lo que es: una película de acción, un espectáculo “pirotécnico” de choque de armas, de héroes tópicos y de discursos tópicos por la libertad y la justicia. Y punto. Por eso es tan disfrutable y por eso, también, no llega a ser la mejor película que podría haber sido. Las batallas, rodadas en un estilo colosalista y a veces comedidamente videoclipero, son realmente impresionantes: frenéticas, brutales, sangrientas, impactantes, excelentemente coreografiadas (aunque sea tras un croma) y, desde luego, no dejan un segundo de respiro al espectador. La excesiva estética está también muy conseguida, sobre todo porque es idéntica a la del comic: los tonos rojos, ocres y sepia dominan un ambiente onírico que remarca el aliento épico y mítico que posee todo. Los actores hacen buenos papeles (Gerard Butler empezaba a ser conocido en su rol de Leonidas), y el drama está bien llevado en todo momento. Sobra a veces una horripilante música semi techno en algunos combates, pero se puede perdonar. Por desgracia, también tiene algunos puntos oscuros. El principal es el habitual en este tipo de cintas, el que siempre ha hecho estropicios en tantas películas históricas de Hollywood (actualmente estos estropicios son incesantes): la maldita manía de “actualizar” a los personajes de manera que piensen y razonen con nuestra moral contemporánea (bueno, con “una cierta moral contemporánea”, mejor dicho). Es lo que ha lastrado en parte a películas más o menos disfrutables como “Braveheart”, “Gladiator”, “Troya” o hasta “Alejandro Magno” con su infantil visión de la homosexualidad. Así, nos encontramos a espartanos lanzando discursos por la libertad y la justicia que quedan completamente fuera de lugar en el tiempo en el que viven, especialmente porque los conceptos que tenían de ellas no eran los mismos que los que algunos tienen hoy. La brutalidad guerrera de los espartanos sólo es mostrada en parte: quedan más humanizados, menos fríos, más alejados de la imagen que de ellos se da en el comic, más cercana a la supuestamente real. Lo mismo ocurre con los persas, que aparecen muy notablemente “malignizados” respecto a los de Miller (como siempre, en los USA hay que distinguir entre los buenos radicales y los malos radicales). En algunos momentos del filme hasta llegamos a encontrar entre ellos a monstruos horribles como ogros, gigantes con pinzas de cangrejo como manos o un alucinógeno hombre cabra (no sé a quien se le pudo ocurrir meter esas idiotas chorradas completamente fuera de lugar). Otro punto tontísimo es el de la mencionada subtrama de la mujer de Leonidas, que se salda con un bochornoso diálogo sobre la libertad frente a los ancianos y políticos espartanos que es de pura risa (y que encima tachan de “elocuente”). Pero en fin: es lo de siempre, Hollywood no se queda tranquila si no hace las cosas más políticamente correctas, si no lo da todo más masticado, más deglutido. “300” es un buen divertimento y nada más, con todo lo bueno y lo malo que esto trae consigo. Se pasa un buen rato con ella, pero se aleja mucho de la hipnotizante y desprejuiciada visión histórico-fantástica que se daba en el comic de Miller.
PD: ¿Cómo coño se les ocurre meterle el doblaje que le han metido a Jerjes en la versión española? Esos sí que merecen la decapitación.
totalmente de acuerdo.
ResponderEliminardeberían hacer como el cómic, menos charla y más lucha. En el momento en que abren la boca la película flojea. Deberían haber obviado toda la trama de la mujer aunque la peli hubiese durado una hora, pero hubiese sido una hora de absoluto frenesí.
Aún no la he visto, por mi prejuicios de entrada, que vienen a ser los que cuentas en este post: mal empleo de la modernidad en una ambientación histórico-fantástica (lo llamo así, porque imagino que no es una peli histórica, aunque lo de 'fantástica' igual está mal dicho en este caso), buenos y malos muy disntingudos... Además, no creo que plasmen ni de lejos a los auténticos espartanos, un pueblo que no pasaría fácilmente por el ''bueno'' en una peli americana, y si así ha sido, es que ha debido de haber mucha recreación. Lo cual no está mal si el resto convence, pero bueno... Un día de estos igual la veo. Intentaré no prestar mucha atención al discurso de la mujer de Leónidas, cuando aparezca.
ResponderEliminarPor cierto, una peli que me dolió ver en el cine a este respecto (ambientación, historia...) fue 'El reino de los cielos' de Scott. Son casos en los que, a veces, la culpa no es tanto de la película sino de ciertos prejuicios y manías del espectador. A mi me gusta la Historia, y claro... no me gusta ver cómo se utiliza un escenario histórico para hacer algo así. ''Senderos de gloria'' utiliza un escenario histórico para crear una trama de ficción, pero es distinto, no falsea la Historia en absoluto. Está ambientada en la I Guerra Mundial como podía haber estado en otra guerra, eso es lo de menos, pero lo hace muy bien en todos los aspectos, no es una peli histórica. 'El reino de los cielos' tampoco, pero buf... Ya me entiendes. Perdona el rollo.
El doblaje "drag queen" de Jerjes provocó carcajadas en la sala la primera vez que la vi...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en tu análisis de la película.
Sobre lo de si es cine o no, yo lo tengo claro. Es cine. Pero no se porque a la hora de clasificarlas o premiarlas separan a estas películas de las de Pixar. Quiero decir, por ejemplo, ¿¿por qué Avatar estaba nominada en los Oscar a mejor película pero no a mejor película de animación??
De Snyder dirán lo que quieran, pero ha ofrecido momentos de cine brillentes en los ultimos años.
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