Goku es un joven que va al instituto y que, gracias al entrenamiento de su abuelo Gohan, es un maestro de las artes marciales. Sin embargo, no es feliz: no tiene amigos y tampoco éxito con las chicas por ser demasiado raro. Su vida cambia de golpe cuando Piccolo, un malvado diablo, asesina a su abuelo y comienza su plan para dominar el mundo. Goku, junto a su compañera de clase Chichí, junto unos chicos que acaba de conocer (Bulma y Yamsha) y junto al Duende Tortuga, un viejo amigo de su abuelo, va a pararle los pies a Piccolo y a su letal aliada Mai... Y, para ello, necesita el poder de las legendarias y misteriosas Bolas del Dragón.
ESTA SINOPSIS DUELE…
De solamente escribir la horrenda sinopsis de arriba ya me está volviendo la rabia. “Dragon Ball Evolution”, perpetrada por James Wong, el pésimo director de “Destino Final”, “El único” y “Destino Final III” y por unos tiparracos que no han leído en su vida un cómic de “Dragon Ball”, es, posiblemente, la afrenta más grotesca que se le ha podido hacer a una obra escrita y dibujada en la historia del cine. El que es uno de los mangas más famosos del mundo (se empezó a publicar en 1984, se cerró su edición definitivamente en 1995 y, desde entonces, y a pesar de haber finalizado todas sus sagas, no ha dejado de generar películas de animación, nuevas series sobre sus personajes, nuevas ediciones, videojuegos y toda clase de merchandising) ha sido llevado a la gran pantalla como sólo Hollywood acostumbra a hacer; es decir, no se ha respetado la historia original, han cambiado la idiosincracia de todos los personajes, han eliminado de un plumazo y sin razón a otros imprescindibles de la trama y han levantado un bochornoso popurrí sin sentido de escenas de los cómics en los que "se basa" que desata la más terrible de las vergüenzas ajenas. Así, en esta cosa Goku es un chaval metrosexual de dieciocho años que va al instituto, en donde los chulitos de la clase lo marginan; su abuelo Gohan está vivo y “le enseña a ligar”, Chichí es su compañera buenorra, Bulma no tiene el pelo azul, Yamsha es un motero con melenas rubias (y Puar no aparece por ninguna parte), el Torneo de las Artes Marciales es una vergüenza que prefiero olvidar, los Kame Hame Ha sirven para resucitar a los muertos (¿?¿?¿?¿?¿?¿?), Piccolo quiere conquistar el mundo junto a Mai (un personaje completamente secundario en los cómics –la chica que viajaba junto a Pilaf y al Perro Ninja- al que aquí se le introduce como principal mientras faltan otros verdaderamente principales), Goku es una creación diabólica de Piccolo (por lo que, de un plumazo, se han cargado las sagas de Vegeta y de Freezer, que ya pierden toda su razón de ser) y se transforma en Ozaru sólo cuando hay eclipses (sin comentarios), el Duende Tortuga es un Chow Yun-Fat patético que, tras aparecer calvo y con perilla en casi todas sus últimas películas antes de ésta, aquí lo hace con pelo y sin perilla (es que es para matarlos, sí), el Maestro Mutaito es negro (es el "Cazafantasmas" Ernie Hudson) y personajes clave de la primera etapa de la serie como Krilin, Tenshian o Chaoz (especialmente es clave el primero: el mejor amigo de Goku) no aparecen por ninguna parte. “Dragon Ball Evolution” es todo un despropósito argumental que se pasa por el forro la divertidísima obra de Akira Toriyama. Sin embargo, si piensan que aunque la trama esté completamente trastocada la película puede ser por lo menos entretenida, están equivocados: no tiene ningún ritmo, es pueril hasta decir basta, los diálogos son vergonzantes, las escenas de acción aburridísimas, la trama salta de un lado a otro sin ninguna explicación coherente y la escasa hora y cuarto que la cinta dura se hace verdaderamente eterna.“Dragon Ball Evolution” va directa al basurero en el que reposan esas películas tocadas por Hollywood sin ningún criterio y sin ningún miramiento por hacer un producto digno y fiel a su original: “Street Fighter: La Última Batalla” y “Street Fighter: La Leyenda”, “Double Dragon”, los diversos “Mortal Kombat”, “House of The Dead”, la trilogía de “Resident Evil”, “Alone in The Dark”, las dos entregas de “Los Cuatro Fantásticos”, “Catwoman”, “Max Payne”... Y ya paro, porque entonces, desgraciadamente, no termino. Lo que sí me consuela es que esta porquería inmunda fue, el pasado 2009, un fracaso en las taquillas (yo la he visto sin pagar, por supuesto, y, eso sí, me he echado unas buenas risas con mis amigos).
NO SE ME OCURRE MEJOR PELÍCULA PARA INAUGURAR MI ETIQUETA DE "GRANDES BODRIOS"
Prefiero mantenerme alejado de este... producto (ni siquiera merece ser considerado película) porque ya he sufrido otros de los que mencionas, como Max Payne, y sí, no había nada mejor para inaugurar la sección.
ResponderEliminar¡Saludos!
Desde luego que no se puede inaugurar de mejor manera una etiqueta. Que asco de Goku falso y de Piccolo power ranger y de todo el despropósito de personajes de esta cosa que yo tampoco la llamo película.
ResponderEliminar... ¿de verdad se llama Chichí?...
ResponderEliminarNo la he visto, pero es que ni ganas...Me extrañaba que usted hiciera una reseña de esta película pero si es para inaugurar la etiqueta de Grandes Bodrios me vale.
ResponderEliminarUn saludo!
Yo es que lo de ver esta película ni me lo planteo...
ResponderEliminarUn infarto me iba a dar.
ResponderEliminarSi el director de The Watchmen cogiera esta pelicula o Peter Jackson porque no?
Saludos. Jesus White
Cuando os dediqueis al cine boqueais urracas
ResponderEliminarSaben que es lo peor, que por allá del 2006 se escuchaban rumores de que FOX habia comprado los derechos para hacer una película y me moría de la emoción por que la produjeran, despues de haber visto semejante fiasco (por evitar las malas expresiones) me arrepiento de haberlo deseado.
ResponderEliminarTalvez es una historia demasiado buena como para que Hollywood la destroce.