lunes, 8 de abril de 2019
ACCATTONE de Pier Paolo Pasolini - 1961 - ("Accattone")
Accattone es un joven de Roma que se pasa el día en las tabernas o vagueando con sus amigos mientras su novia, Maddalena, trabaja como prostituta para mantenerlo. Tiene, además, una mujer y un hijo pequeño a los que no hace caso: solamente se acerca a ellos para pedirles dinero. Accattone tiene un objetivo en la vida: no trabajar. Pero su plan de vivir de los demás se va a topar con un problema inesperado...
El polémico e inimitable Pier Paolo Pasolini debutó en 1961 con "Accattone", que estaba basada en su propia novela "Una vida violenta". Aunque estaba alejada de su estilo posterior, ya mostraba alguna de sus constantes: agarre de corte neorrealista, dirección abrupta, casi amateur, y fiera conciencia crítica social. Rodada en los suburbios de Roma, una ciudad que es mostrada como una sucesión de solares y barrios chabolistas, alejada de todo el esplendor de su célebre centro histórico, narra la vida de Accattone, un chulo bastante despreciable que no quiere trabajar y que explota a las mujeres que le rodean. Tiene una esposa con un hijo pequeño a la que no hace caso, una novia prostituta con la que ejerce de chulo y una "enamorada" a la que trata de engatusar también. Su objetivo, es como el de todos sus amigos, no trabajar. Accattone, interpretado maravillosamente por Franco Citti, es un ser repulsivo, un machista un egoísta, un padre pésimo e inexistente y un auténtico cabrón. Pasolini, sin embargo, le retrata en toda su extensión y dibuja un ambiente que le rodea que no es muy diferente de él: personajes secundarios pasotas, también egoístas, pícaros, dibujan un cuadro desolador de la Italia de la Posguerra. Brilla, sin embargo, un poco de luz en todos ellos y en el mismo Accattone, y el gran director nos alumbra y nos sorprende con estos destellos para recordarnos que todos, a pesar de todo, somos humanos.
"Accattone", con un desenlace del todo inolvidable y con varias escenas que se quedan marcadas para siempre en la retina (me quedo con la del niño pequeño del protagonista mientras juega con las botellas en el suelo), es una película que llega algo tarde al vagón del movimiento Neorrealista pero que verdaderamente empieza a anticipar una filmografía que ya, desde el principio, está virando para ir totalmente por libre. Maravilloso debut del que estaba a punto de ser uno de los directores más escandalosos y polémicos de la historia del cine italiano.
Pasolini es un director que tengo olvidado, no se por donde empezar con el, me tienta y me da miedo su cine.
ResponderEliminarUn saludo