THE FAST AND THE FURIOUS: TOKYO RACE de Justin Lin - 2006 - ("The Fast and The Furious: Tokyo Drift")

Sean Boswell, un joven americano fanático de los coches y experto conductor que no para de meterse en líos, es enviado a Japón a vivir con su padre, un militar, para que le intente hacer cambiar de actitud. En la populosa Tokyo, Sean sin embargo vuelve a hacerse con un vehículo y vuelve al mundo de las carreras ilegales con un japonés llamado Han, del que se hace amigo. Por supuesto, no tarda, de nuevo, en meterse en líos... Pero ahora van a ser más peligrosos que nunca.

Justin Lin es un director mediocre sin nada destacado que ofrecer que ha dirigido la comedia "Better Luck Tomorrow", el drama militar "El desafío", la nueva comedia "Finishing The Game: The Search for a New Bruce Lee" y cuatro entregas de la saga de "The Fast and The Furious", las que van desde la tercera hasta la sexta.

Aunque en 2009 Vin Diesel y Paul Walker volvieron a la saga de "The Fast and The Furious", en 2006, mientras lo hacían o no, se sacaron de la manga un spin-off del personaje de Han (Sung Kang), protagonista de la historia a partir de su quinta entrega, ambientado en Tokyo y situado entre la sexta parte de la serie y la hasta ahora séptima y última. No sé si estaba originalmente pensado como tal este spin-off (me da a mi que no y que lo improvisaron después), pero el caso es que esta película narra la historia aparte de otro fanático de los coches, un americano que se va a Japón a participar en carreras ilegales y a meterse en líos. Y tenemos lo mismo de siempre, pero ambientado en otro país y punto. Un personaje central sin mucho carisma (un poco inspirador Lucas Black) y secundarios de cartón, una historia muy tonta y predecible, muchas carreras espectaculares pero sin una tramita mínima que las sostenga, mucha música rapera cutre y muchas tías buenas meneando el culo y poco más. Lo que vimos en la segunda parte de la saga, pero ahora encima ya sin Paul Walker (y que Diesel aparezca dos minutitos al final no significa nada): puro aprovechamiento barato y descarado del tirón de la gallina de los huevos de oro. Basura pura.