miércoles, 27 de mayo de 2015
MAD MAX III. MÁS ALLÁ DE LA CÚPULA DEL TRUENO de George Miller - 1985 - ("Mad Max III. Beyond Thunderdrome")
Mad Max, buscando el vehículo que le han robado, llega a Negociudad, un lugar en el que se pretende reconstruir la vieja civilización y que está dedicado al comercio. Allí, sin embargo, dos gobernantes luchan por el control: la bella Aunty Entity, que posee la parte alta de la ciudad, y el poderoso Maestro Golpeador, que posee los recursos energéticos. Mad Max es contratado por la primera para que le ayude a derrocar al segundo. Sin embargo, Negociudad, que quiere ser vista como la esperanza de la raza humana, está podrida hasta los cimientos y las intenciones de Entity son más oscuras de lo que parecen...
"Mad Max III. Más allá de la Cúpula del Trueno", producida entre Australia y los Estados Unidos, tiene todavía más presupuesto que "Max Max II. El guerrero de la carretera" pero, por desgracia, su argumento es un total despropósito. Dejando a un lado los fabulosos escenarios y el genial vestuario que luce el filme (Negociudad es una delicia de la evocación en todos los aspectos, y se nota la gran inversión realizada para su construcción), la trama es predecible, facilona y ha perdido una grandísima parte de la violencia que tuvieron sus antecesoras (se ha orientado mucho más al público familiar, y se nota), mientras que las persecuciones en la carretera, marca de la casa, han perdido toda su garra y su potencia. Los personajes tampoco evolucionan mucho, aunque lo cierto es que el del protagonista, Mad Max (de nuevo Mel Gibson, ya totalmente afincado en Hollywood) tiene un cierto desarrollo que en la segunda parte de la saga no tenía (aunque tampoco es un desarrollo espectacular). Caracteres como el de Tina Turner (que está horripilante como villana de turno y que se embolsó otro éxito musical a raíz de la película con el tema "We don't need another hero"), el de Bruce Spence (que fue el secundario cómico de la segunda parte y que aquí repite pero dando vida a otro personaje) o el de los Niños Perdidos (en claro homenaje a Peter Pan) no son el culmen de la inventiva y son planitos, muy planitos. El argumento de esta "Mad Max III" está mal planteado, mal desarrollado y mal hilvanado, y deja de interesar a la media hora de metraje. Las escenas de acción pierden espectacularidad a pesar del aumento de inversión del que el filme gozó (y algunas, como la lucha contra el Maestro Golpeador, terminan siendo casi ridículas), mientras que las cómicas, que aumentan bastante con respecto a las otras dos entregas, simplemente no vienen a cuento con el tono de la saga.
"Mad Max III. Más allá de la Cúpula del Trueno" no gustó demasiado a pesar de gozar de éxito de taquilla y la saga se canceló a partir de aquí. Nadie se lo imaginaba, pero con la fiebre de remakes y revisitaciones de viejas sagas míticas (sobre todo de la década de los ochenta) que comenzó allá por el año 2006, George Miller volvió a la franquicia nada más y nada menos que treinta años después para estrenar una cuarta entrega de las aventuras del guerrero de la carretera que a mi por lo menos me ha parecido horrible y que creo que está siendo extremadamente sobrevalorada. Mañana hablaré de ella.
De esta entrega solo me gusta Angelo Rositto sobre la Cúpula del Trueno gritando: "¡Dos entran, uno sale!" Una pena toda su segunda mitad.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
¡Que malísima es! Nefasta, penosa, sin ritmo, sin carisma, con esos niños tribales que dan auténtico asco.
ResponderEliminar