martes, 19 de mayo de 2015
EL QUINTO PODER de Bill Condon - 2013 - ("The Fifth State")
Año 2010. El activista australiano Julian Assange se cita en Berlín con el periodista alemán Daniel Domscheit-Berg. Ambos ponen en marcha una página revolucionaria: WikiLeaks, dedicada a la divulgación de información que se oculta al público manteniendo el anonimato de las fuentes. Comienza una revolución a nivel mundial y salen a la luz algunos de los grandes escándalos del momento. WikiLeaks sube como la espuma y ellos son considerados Robin Hoods modernos. Pronto, sin embargo, surgen problemas entre Assange y su socio y pronto empiezan a atacarles a ambos por su osadía desde multitud de frentes.
Hacer una crítica de una película como "El quinto poder" es difícil, especialmente porque, aunque se estrenó hace menos de dos años, el asunto que trata está tan de actualidad que mucho de lo que en ella se narra ya ha quedado un poco atrás. Tiene otro problema: el gran batiburrillo de información que maneja y su ambigua posición ante lo que retrata. Y retrata la última vida del australiano Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, el famoso activista de la red que ya todos conocemos por toda la polémica que viene suscitando desde hace ya varios años. Nos acercamos a un personaje histórico (que será histórico desde luego) que todavía no ha muerto y que todavía está actuando. Es un personaje complejo: por una parte, es evidente, pienso, que ha sido una suerte de "Robin Hood" moderno y que sus ideas han sido revolucionarias, al igual que muchas de sus acciones; por otra, y posiblemente sea cierto (no todos le describen así, pero sí algunos de los que con él trabajaron), sea también un ególatra autoritario que terminase desembocando en la intransigencia. La película se basa en el libro de Daniel Domscheit-Berg, que fue el portavoz de la web de Assange hasta septiembre de 2010, "Inside WikiLeaks". La opinión es sesgada, desde luego. Y las reacciones del público muy diferentes y encontradas: hay críticas que acusan al filme de ser un acto de desprestigio de los USA contra Assange y hay otros que no piensan así. Independientemente de ello, la labor de Bill Condon en la dirección (después de haber realizado las dos aberraciones finales de la saga de "Crepúsculo") es aceptable y explica bien, a pesar de necesitar más tiempo, la aventura del personaje que retrata.
Con "El quinto poder" uno se entera más o menos bien de quién es Julian Assange, qué hizo y cuál era su forma de pensar. El retrato es simple, sí, posiblemente condicionado por el poco tiempo que da el metraje limitado (tal vez una serie habría dado para mucho más), pero está bien dibujado. El problema viene cuando, como he dicho, hay un batiburrillo de información considerable que se va retorciendo conforme avanza el filme. Y, además, está ahí la polémica sobre la figura del personaje... ¿Se le está retratando como a un monstruo que realmente no es? ¿Los americanitos están interesados en denigrarle? ¿Es el libro de Domscheit-Berg una venganza? Son cuestiones que quedan abiertas por un filme irregular, realizado tal vez demasiado pronto o con demasiadas pocas fuentes, aunque es loable también desde luego que se quiera tratar con urgencia un asunto de tanta actualidad (se mire por donde se mire, WikiLeaks ha sido una página revolucionaria). Por cierto que los actores están excelentes, en especial un Benedict Cumberbatch que clava al personaje tanto en lo físico como en la interpretación.
No la había visto aún, pero creo que no tardaré en hacerlo. Muchas gracias.
ResponderEliminarKiss