lunes, 11 de mayo de 2015

ÁGORA de Alejandro Amenábar - 2009 - ("Ägora")


Siglo IV. Imperio Romano. La ciudad de Alejandría es un gran centro de cultura y ciencia en el Egipto dominado por Roma. Hipatia es una filósofa, matemática y astrónoma que da clases a la alta sociedad del lugar. Algo está sacudiendo socialmente su entorno: la religión cristiana, que empezó perseguida y marginada, cada vez cobra más adeptos y hasta se hace con el poder en las altas esferas del imperio. Y cada vez más la vieja religión romana está más arrinconada y denostada. En la ciudad están a punto de estallar tumultos y luchas entre los partidarios de ambas. El mundo que Hipatia conoce se tambalea... Terriblemente para ella, muchas cosas van a cambiar.


Si bien me pareció excelente y más que acertada la salida del cine fantástico de Alejandro Amenábar para lanzarse por primera vez al cine social con la polémica y también arriesgada "Mar adentro", su paso al cine histórico con "Ágora" me resulta muy deficiente. ¿Por qué? Porque su hasta ahora última película es muy maniquea. Pero mucho. Y por ello pueril y poco creíble. "Ágora" explora un asunto que en el cine se ha tratado poco: la ascensión del cristianismo en el Imperio Romano vista desde un punto de vista, valga la redundancia, alejado de ese esplendor del Hollywood dorado que ponía a los cristianos como héroes sufrientes y bondadosos que luchaban contra unos paganos siempre diabólicos. El punto de partida es interesantísimo. Sin embargo, es igual de maniqueo y de simple que el del Hollywood clásico. Amenabar se sirve de la vida de la matemática, astrónoma y filósofa Hipatia de Alejandría, tristemente asesinada por la intolerancia religiosa en su día, para trazar un drama sobre esta referida intolerancia y más en concreto sobre la cristiana. Soy ateo practicante y creo que las religiones, todas en general, han hecho y siguen haciendo mucho mal al mundo. Opios de pueblos enteros, han causado muchas de las peores guerras de la historia y las siguen causando. Fui educado en el cristianismo pero renegué de él y pasé tres kilos de sus para mi absurdos y castrantes preceptos cuando era adolescente, hace bastante tiempo ya. Y me gusta que se les meta caña despiadada a las religiones. Ahora bien, lo de "Ágora" me parece un timo. ¿Por qué? Pues por lo que ya he dicho arriba, y dos veces: porque su retrato es totalmente maniqueo y porque Amenábar traza una línea extremadamente simple y cutre entre los "buenos" y los "malos".


Hipatia, que pertenece a la clase alta pagana de la ciudad de Alejandría, es tolerante y buena y su padre y su entorno básicamente también. Tienen esclavos y son unos elitistas de cuidado, pero tratan bien a los esclavos y van de progres. Después están los judíos, que están poco representados pero que son gente cruel y ladina, y luego los cristianos, que son diablos en toda regla: locos fanáticos e intolerantes. Vamos a ver, señor Amenábar: sus intenciones son buenas, pero su manía al cristianismo le pierde (manía que comparto con usted, ojo). Y es que un conflicto como el de la lucha del cristianismo contra el paganismo no es nada sencillo de retratar, y lo que no vale es hacer la historieta típica de los buenos contra los malos. Madre mía, si es que la película contiene hasta elipsis para humanizar a los paganos y satanizar a los cristianos. Cuando los cristianos matan a paganos, se ve con todo lujo de detalles. Cuando pasa lo contrario, no se ve y el tema se esquiva (sin sutilidad y agilidad ninguna). Tío, Amenábar, esto no vale. Esto no es serio. Los cristianos eran fanáticos malitos de la cabeza, intolerantes e hipócritas, pero los paganos eran unos clasistas de cuidado, esclavistas y que disfrutaban de aberraciones como los combates de gladiadores. ¿De qué leches me estás hablando en "Ágora"? Joder, tenemos hasta a un esclavo con Síndrome de Estocolmo que se siente mal por traicionar a sus amos... ¡Tío, que te tenían esclavizado! ¿Es que eres imbécil o qué? Que no estamos rodando "El Señor de los Anillos", amigo Alejandro.


La película tiene un buen reparto, unas interpretaciones excelentes (Rachel Weitz lo clava como la protagonista), muy buenas intenciones al reivindicar el papel de la mujer en el Mundo Antiguo y al intentar retratar la cara del cristianismo que Hollywood no ha retratado y, además, visualmente es espectacular. Pero su visión maniquea es pobre y torpe, y eso se la carga, y con todo el equipo. Una pena. Señor Amenábar, no somos niños y no queremos retratos históricos tan simplistas y tan tontunos. Véase la serie "Roma", por ejemplo, y aprenda.


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