jueves, 30 de abril de 2015
EL REY ARTURO de Antoine Fuqua - 2004 - ("King Arthur")
El general romano Arthur, destinado en la salvaje Bretaña, sueña cada día con retornar a Roma para llevar una vida pacífica. Sin embargo, la propia Roma está sumida en la decadencia y el Imperio está disgregándose a pasos agigantados entre la corrupción, las luchas internas y las amenazas bárbaras. En la propia Bretaña una gran invasión de brutales bárbaros del norte se está gestando y está a punto de cambiar las cosas para siempre... Arthur no se lo imagina, pero está llamado a ser uno de los reyes más grandes que ha conocido la historia.
Me gustan las revisiones de las historias épicas de siempre, y más cuando intentan ahondar en el supuesto origen histórico de estas historias épicas. Por eso revisité hace no mucho "El Rey Arturo", esta cinta del irregular Antoine Fuqua, que hace poco más de diez años cambiaba de registro (su género predilecto suele ser el thriller) para rodar una suerte de lo que ahora llamaríamos "Rey Arturo Begins" (solamente que en aquel entonces, en 2004, quedaba más o menos un año para que Christopher Nolan presentase su ultrainfluyente "Batman Begins"). Tenemos así a un Rey Arturo que es un general romano quemado de todo y que ve cómo Roma se va al garete, tenemos una ambientación sucia y oscura y alejada de la épica habitual esplendorosa heredada del Hollywood dorado y tenemos personajes más desencantados de lo habitual que se mueven en un mundo crepuscular. Como el de tantos westerns de la etapa final de la era de oro del género, o como el de "Robin & Marian" de Richard Lester, La película, por desgracia, funciona a medias. Históricamente no sé hasta que punto es real, aunque sí que he leído que el supuesto Rey Arturo era realmente, según una de las últimas teorías que se barajan, un general romano llamado Lucius Artorius Castus. En fin, es otra más de estas teorías, pero ahí está y hacer una película de ficción basándose en ella puede ser interesante. Como he dicho, "El Rey Arturo" es irregular, aunque lo cierto es que básicamente también distrae y no produce vergüenza ajena.
La película tiene todos los tópicos de siempre: exaltación de la libertad y la lealtad hasta el final en un empaque épico. Los personajes son esperables y predecibles. Hay errores que hasta alguien no muy ducho en historia puede pillar (¿Qué leches hace una villa romana más allá del Muro de Adriano, que separaba el Imperio Romano de un mundo de tribus salvajes a las que todos temían?). Por otra parte, la película es demasiado larga (le sobran perfectamente veinte minutos) y por ello su ritmo se resiente. Sin embargo, hay aciertos también: la representación de la Roma que se hunde y de la época de invasiones bárbaras que se le viene encima a Europa está bien labrada, con el elemento justo de extrañeza y brutalidad y con unos escenarios decadentes que anticipan bien la llegada de la Edad Media. Las batallas están en general bien recreadas (aunque alguna se pase en acción made in USA, ustedes me entienden) y los actores están muy bien (la verdad es que Clive Owen chupa cámara y se lleva de calle al espectador). "El Rey Arturo" no es un filme exactamente fallido: cumple a secas, pero básicamente cumple. Sin embargo, podría haber dado mucho de sí y se nota que Antoine Fuqua, a pesar de haber dirigido un peliculón como "Training Day", no sale de ser un simple artesano.
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