miércoles, 4 de marzo de 2015
LA SAGA CREPÚSCULO: AMANECER. PARTE I de Bill Condon - 2011 - ("The Twilight Saga: Breaking Dawn. Part I")
Bella y Edward por fin se han casado y se marchan de luna de miel. Bella se queda embarazada. Sin embargo, algo extraño empieza a ocurrir: el feto crece a una enorme velocidad y ella enferma y queda al borde de la muerte. Edward y sus demás amigos, entre los que se encuentra Jacob, habrán de descubrir qué es lo que ocurre...
La saga de "Crepúsculo", mala, malísima ya de por sí, tiene su peor entrega en la primera parte de "Amanecer", la innecesariamente dividida adaptación de la última de sus novelas. Da igual que Bill Condon, un director más que solvente con películas con personalidad como "Dioses y monstruos", sea el encargado de dirigirla: cuando se hacen dos partes de un libro sólo para sacar pasta suele ocurrir que una de las partes queda más desequilibrada. Cuando ese libro encima pertenece a esta saga cansina... Pues imagínense. "Amanecer. Parte I" es una telenovela de diseño soporífera de dos horas en la que no pasa nada o casi nada. Nada más bien. La trama apenas avanza (todo es una eterna preparación para la última entrega, un eterno prólogo) y tenemos al vampiro de marras con la chica de marras viviendo su Luna de Miel durante una inmensa e interminable parte del metraje. Después ella se queda embarazada y empiezan los problemas y el hombre lobo de marras aparece de nuevo en escena y también los malos vuelven, esos malos sin carisma ninguno que hemos visto de pasada en las dos primeras entregas y algo más en la tercera. Fin. "Amanecer. Parte I" es un despropósito infame, un aburrimiento infernal, una matraca sádica. Por supuesto, redunda en todo lo malo de sus antecesoras, cómo no: personajes planos, diálogos diarréicos y escenas de acción cutres. Y encima aquí ya directamente es que no hay apenas trama. Para pegarles un tiro.
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