sábado, 7 de febrero de 2015

DOLOR Y DINERO de Michael Bay - 2013 - ("Pain and Gain")


Finales de 1994. Miami. Daniel Lugo trabaja en un gimnasio y vive para el culturismo: se mata diariamente para tener el cuerpo perfecto. A su vida sin embargo le falta algo: dinero, mucho dinero. Junto a Adrian, otro enfermo del culturismo que se pasa con los esteroides, y junto a Paul, un ex convicto y ex adicto a las drogas, traza un plan que les hará a todos muy ricos: secuestrar y extorsionar a Victor Kershaw, uno de los clientes de su gimnasio, que es millonario. El plan se les va a ir de las manos y van a caer presas de una locura total y absoluta.


De Michael Bay sólo me gustaba "La Roca". Digo "me gustaba", sí. El resto de su filmografía me parecía terrible e inaguantable. Pirotecnia barata, guiones aún más baratos y patrioterío todavía más barato. Unos amigos me dijeron: "tienes que ver "Dolor y dinero"; no te dejes llevar porque sea de Michael Bay". Me resistí mucho. Tenía prejuicios (y bien fundados) y pensaba que ver esta película sería una pérdida total de tiempo. Al final, quedé con estos amigos y la vimos juntos. Y me sorprendió. "Dolor y dinero", no sé a cuento de qué, es una crítica al Sueño Americano. De Michael Bay, sí. No sé cómo de repente al director de cosas como "Armageddon", "Pearl Harbour" o la infame saga de "Transformers" le da por hacer esto. Pero el caso es que lo hizo. La película está basada en un hecho real acontecido entre 1994 y 1995: es la historia de tres palurdos inflados en el gimnasio y con menos cerebro que un cacahuete que intentan triunfar en la vida (y lo que entienden por triunfar ya se imaginan lo que es) por cualquier medio imaginable. El filme es una comedia negra, negrísima, violenta y brutal y hasta con algún momento sádico. Lo que sorprende de todo es que... Todo pasó tal y como el filme, valga la redundancia, lo narra. Michael Bay se autoparodia a sí mismo (con explosiones absurdas incluso... que ocurrieron de verdad tal y como las cuenta) para retratar un país esperpéntico y violento donde lo que importa es la apariencia, el triunfo social a toda costa y el dinero: tener mucho dinero. Sí, tengo que repetirlo: Michael Bay critica en "Dolor y dinero" a la idisincracia y a la sociedad estadounidenses. Ver para creer.


Mark Wahlberg, "The Rock" y Anthony Mackie están absolutamente geniales dando vida al trío protagonista. Sí, "The Rock" puede ser un buen actor de vez en cuando, sí. Y Wahlberg clava a un personaje inimitable, a un auténtico miserable, a un ser de la más baja estofa que simboliza al clásico trepa norteamericano para el que todo vale. Ninguno de los tres tienen demasiado cerebro. Viven para ponerse cachas en el gimnasio y para presumir de ello y no dan ni una aunque se creen los más listillos del lugar y tienen hasta aires de grandeza. Los secundarios que les rodean son casi todos como ellos. "Dolor y dinero" tiene gracia: sus gags brutales y esperpénticos funcionan, y mucho. Michael Bay tiene talento para la comedia (por lo menos para esta) y para el retrato social. Y sorprende gratamente. Ojalá se prodigase en más cositas como "Dolor y dinero", una película altamente recomendable.


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