domingo, 10 de abril de 2011

ALTA TENSIÓN de Alexandre Aja - 2003 - ("Haute Tension")


Marie se marcha unos días a la casa de la campiña francesa de Alex, su mejor amiga, para preparar los exámenes junto a ella en un ambiente de tranquilidad y sosiego. La misma noche en que llegan, algo terrible ocurre: un psicópata entra en el lugar y, tras asesinar brutalmente a la familia de Alex, la secuestra. Marie, a pesar del terror que siente, va a lanzarse a la persecución del monstruo… Un combate implacable entre ambos está a punto de comenzar.


El francés Alexandre Aja se ha ganado a pulso el figurar como uno de los nuevos grandes jóvenes valores del cine de terror, el cual en nuestros días no anda especialmente sobrado de calidad (aunque en sus dos últimas películas ha tenido un patinazo que veremos a ver dónde le lleva). Concretamente, Aja ha roto moldes con su visión del maltratado slasher en su magistral “Alta Tensión” (la que hoy comentamos) y en el soberbio remake de “Las colinas tienen ojos”, con el que ha superado con creces a la obra del autor original, el irregular Wes Craven. Sin innovar y sin aportar realmente nada nuevo a dicho género, Alexandre Aja ha sabido, simplemente, hacer algo que ya casi nadie hace: tomárselo en serio y con una firme voluntad autoral. Muy sangrientas y en momentos prácticamente gores, sus películas juegan con los tópicos y lugares comunes del slasher pero dignificándolo, es decir, imprimiéndole un cierto realismo (dentro de las exigencias de este tipo de cine), creando escenas imaginativas e impactantes, alejándose del susto facilón, retratando ambientes hostiles muy personales y desarrollando unos personajes con trasfondo que son algo más que carnaza para el asesino o los asesinos de turno. Sin embargo, si por algo ha destacado el cine de Aja hasta ahora ha sido por la tensión casi insoportable y alejada de efectismos baratos que ha sabido introducir en sus películas (se ha revelado como un maestro de los dificilísimos resortes del cine de terror inteligente) y por el hecho de que sus antes mencionados personajes siempre se rebelan contra su situación: le plantan cara a las amenazas que los asedian y las vencen con su esfuerzo, coraje y rabia. La filmografía de Alexandre Aja se compone de la película sobre un futuro distópico “Furia”, de “Alta Tensión”, de “Las colinas tienen ojos” y de los irregulares remakes “Reflejos” y "Piraña 3D", con los que su calidad ha experimentado un notable bajón que, esperemos, sea sólo transitorio. Esperemos, repito, que este genial cineasta continúe en la línea de calidad y personalidad en la que ha empezado su carrera.


Arrasadora en Sitges y pase de oro para Alexandre Aja hacia Hollywood, “Alta Tensión” es una maravillosa película de terror que, aunque lastrada por un desenlace horripilante, consigue algo que pocas, poquísimas de su género logran hoy: asustar con inteligencia. Su trama es simple hasta decir basta y además es pasmosamente directa. Dos amigas se instalan en la casa de la campiña francesa de una de ellas para preparar tranquilamente sus exámenes y, a los escasos quince minutos de metraje (las presentaciones son escuetas pero muy bien economizadas para definir a los personajes con apenas dos trazos), aparece un psicópata (un cateto campestre alcohólico, sucio, depravado y despreciable) que empieza a asesinar de manera brutal a los residentes del hogar. A una de las dos amigas, lesbiana que niega su sexualidad, le corresponderá luchar contra ese psicópata para salvar a la otra, su amor imposible. Comienza así una persecución implacable que sumergirá al espectador, gracias a la habilidad de Aja, en las pieles de sus protagonistas: primeramente el psicópata perseguirá a la chica, posteriormente él será el perseguido. La tensión de “Alta Tensión” (valga la redundancia) está maravillosamente explotada: escenas de suspense inteligentes, sádicas y que juegan sin cesar con el público y con sus esperanzas e identificación con las víctimas (la del cuarto de invitados, la del interior del armario o la de los lavabos de la gasolinera logran poner de los nervios a cualquiera) se suceden y se alternan con momentos gore y sangrientos de infarto (las muertes de los padres de la secuestrada son verdaderamente inolvidables) mientras que también hay espacio para el heroísmo (genial la persecución en coche con el tema “New Born” de Muse) y para la lucha cara a cara y cuerpo a cuerpo contra la amenaza (maravilloso el combate final en el invernadero abandonado).

“Alta Tensión” es una obra maestra del slasher que se ve lastrada, aunque sea ligeramente, por un desenlace completamente inexplicable en el que Aja y su guionista, Grégory Levasseur, tiran por los suelos de la manera más vil imaginada toda la seriedad y el realismo que habían imprimido a su obra. En los últimos cinco minutos de la cinta, la trama da un inesperado y horrendo giro final en el que se descubre (sigan leyendo, mejor saber el desenlace antes de ver la película para poder apagarla justo tras la “muerte” del asesino –digo esto muy en serio-) que el carismático psicópata antagonista del filme es… La propia protagonista que, presa de una doble personalidad y enamorada de su amiga, se ha montado todo el show en su mente enferma para poder salvarla y declararle su amor. Llega entonces una escena terrible: una persecución con sierra eléctrica incluida (homenaje a “La matanza de Texas” que no viene a cuento) en la que se dobla la cantidad de sangre de la cinta con la muerte absurda de un paseante y que culmina en un psiquiátrico al más puro estilo “Psicosis”. Después de esta desagradable sorpresa, no podemos dejar de detestar a Aja y a Levasseur, que ejemplifican, una vez más, las nefastas consecuencias de, para satisfacer unas pretensiones de virtuosismo narrativo vacío, querer rizar el rizo de una trama por la fuerza y de manera irreal y vulgar. Sin embargo, a pesar de este vergonzoso destrozo final, “Alta Tensión” no deja de ser una maravilla, una joya del slasher, una obra maestra del género. Recomiendo encarecidamente (y no soy el único) quitar la película en el momento del desdoblamiento de personalidad, una vuelta de tuerca que hay que ignorar.

4 comentarios:

  1. Excelente y coincido contigo en que el giro final tan lamentable ni siquiera puede con la grandeza de esta película. Hace unos años hablé de ella en mi blog. Te dejo el enlace por si te apetece dar un paseo

    http://enladrillovisto.blogspot.com/2007/09/alquimia.html

    Saludos.

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  2. Cuando leí la sinopsis en el DVD me dije. "uf, una pareja asediada por un psicópata en una casa de campo ¿podrán hacer algo nuevo con eso?" Y la película me gustó mucho. Lástima del final. A ver que tal lo ha hecho Aja con las pirañas que pienso ver mañana. Borgo.

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  3. Anoche revisioné con unos amigos su remake de "Las colinas tienen ojos". La única suya que me queda por ver es "Alta tensión". ¡A por ella!

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  4. No me disgustó en absoluto el final de la película, la verdad es que no daba un duro por ella pero me gustó mucho.
    Las colinas tienen ojos va mas allá del bodrio de Wes Craven (deberían quitarle el título de Maestro del Terror, es un verdadero patán) y es un gran ejemplo de Remake.
    Reflejos entretiene pero no llena y Piranha 3D es puro cachondeo, con ese guión Aja no podia hacer más.
    Espero que su anunciado proyecto de adaptar al cine el manga setentero Space Adventure Cobra no devuelva al mejor Alexandre Aja.

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