miércoles, 15 de mayo de 2019
THE NEON DEMON de Nicolas Winding Refn - 2016 - ("The Neon Demon")
Jesse es una chica joven y guapa que llega a Los Angeles con un objetivo: triunfar en el mundo de la moda. Allí, debido a su belleza y delgadez, es contratada como modelo y asciende pronto en su pirámide. Rápidamente, modistos, fotógrafos y empresarios se quedan prendados de ella y le ofrecen los mejores trabajos. Esto, por desgracia, desata una terrible ola de envidia a su alrededor.
"The Neon Demon", la última película hasta la fecha de Nicolas Winding Refn, me estaba encantado. Lo juro. Me estaba encantado, y de verdad. Creo que el director danés estaba destapando sus mejores esencias en una trama desoladora, cruel y hasta sádica sobre el mundo de la moda. Por desgracia, al final, la cagó. Y metió la pata hasta el fondo. ¿Por qué? Por ser guay. O por no saber terminar su película, qué se yo. El caso es que con "The Neon Demon" me llevo una de las más grandes decepciones de la carrera de este creador, que en general me suele gustar bastante también, lo cual he de mencionar aquí (sólo hay que leer todas mis críticas anteriores del resto de su filmografía). Elle Fanning está soberbia. Soberbia. Sin paliativos. Y la primera hora y pico de la película ídem. Es un destripe despiadado a la industria de la moda que he visto en pocos, muy pocos directores. Es demencial. Locura, frustraciones, competencia desleal y encarnizada, puñaladas por la espalda, hipocresía, seres humanos de usar y tirar en una espiral de fama efímera que "jubila" a las personas antes de los veinticinco años sacrificándolas a una de las industrias más crueles e injustas que existen, industria que además es vista, para colmo, con glamour.
Genial todo hasta aquí. Los diálogos, las actuaciones, el ambiente frío, los personajes, las actuaciones de los secundarios y las secundarias. Estaba ante una película magistral. Estaba ante una de esas que iba a crear época, de verdad. Y luego, Winding Refn tuvo que ponerse, de repente, a lo David Lynch cuando no venía a cuento y tirarlo todo por la borda. Para gustos, los colores, pero creo que el desenlace de "The Neon Demon", con todo su cambio de tono y estilo gratuito, es una pifia de las gordas. No porque sea realmente así, sino porque como he dicho no viene a cuento y, encima, se carga una película que iba para obra maestra y que termina por desgracia siendo otra muy diferente y muy irregular. Una auténtica pena.
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