Porco Rosso
sábado, 18 de mayo de 2019
BUÑUEL EN EL LABERINTO DE LAS TORTUGAS de Salvador Simó Busom - 2019 - ("Buñuel en el laberinto de las tortugas")
1931. Luis Buñuel vive en París y, tras los escándalos de "Un perro andaluz" y "La edad de oro", encuentra serios problemas para financiar su próxima película: le cierran la puerta en todos los estudios. Un día, recibe una llamada de Huesca: es su amigo Ramón Acín, que le da una gran noticia... Le ha tocado la lotería y, como le prometió que si esto ocurría le pagaría su siguiente producción, va a cumplir con lo pactado. Buñuel vuelve a España y viaja con él a la región extremeña de Las Hurdes, la más pobre y miserable de todo el país, para rodar un documental en el que mostrará cómo malviven sus habitantes.
Basada en el cómic de Fermín Solís del mismo nombre, "Buñuel en el laberinto de las tortugas" es otra película que demuestra que la animación española lleva un tiempo despegando con potencia y que es capaz de entregar películas fantásticas e interesantes. La historia de este espléndido filme, animado en un estilo "naif" pero tremendamente expresivo, narra cómo Luis Buñuel rodó, en 1932, su gran y escandaloso documental "Las Hurdes. Tierra sin pan", en compañía de su amigo Ramón Acín, artista anarquista también famoso en su día que le prometió pagarle, si le tocaba la lotería, su película al director de "Un perro andaluz". Y la cosa es que le tocó la lotería (sí, increíble pero cierto). Con ritmo, con diálogos magníficos, con una ambientación espléndida, "Buñuel en el laberinto de las tortugas" retrata una época convulsa apoyándose también en las metáforas y en los símbolos, ya que, tratándose de la vida de Luis Buñuel, ¿qué mejor forma de dibujar sus pensamientos que a través de escenas surrealistas que representen el fluir de su mente?
La película combina además muy bien el humor con el drama, y no escatima tampoco en mostrar las incoherencias del propio protagonista, que quería retratar lo peor del mundo tal y como era para poder cambiarlo pero luego no escatimaba, valga la redundancia, en hacer brutalidades como torturar y asesinar a animales para que su obra quedase exactamente como él quería: en concreto, lo hizo, que se sepa, con una gallina, una cabra y un burro. El filme, emotivo e ilustrativo, hace también un homenaje al mencionado Acín, fusilado por las tropas franquistas durante la Guerra Civil por su ideología política. Película hermosa y necesaria, maravillosamente animada. Está en los cines ahora y es muy, muy recomendable.
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