LA CLASE DE PIANO de Ludovic Bernard - 2018 - ("A bout des doights")

Mathieu Malinski es un joven que vive en un barrio depauperado de París y que, a causa de la pobreza de su familia, se mete en líos muchas veces con los pequeños trapicheos y hurtos que realiza con sus colegas. Mathieu, sin embargo, tiene un sueño secreto: tocar el piano. Y, ciertamente, es un genio de la música, aunque él ni se lo puede imaginar. Un día, un profesor del conservatorio le ve tocar en un instrumento público, en la estación, y se fija en él... Y le propone algo.

El francés Ludovic Bernard ha dirigido hasta la fecha tres películas: la comedia "Misión País Vasco", el drama deportivo "El ascenso" y la comentada "La clase de piano".

"La clase de piano" es buen cine europeo, a pesar de estar, en parte, emparentado con algunos códigos del norteamericano, de lo que la han acusado con cierta razón. Ciertamente, la película es una de esas de autosuperación de joven que viene de un barrio depauperado y que es en realidad un genio de la música. Este joven, de casualidad, conoce a un profesor del conservatorio muy interesado en él y que tiene trauma a las espaldas. En fin, ya se imaginan todo lo que toca. Es más, estoy seguro de que se imaginan cuál va a ser el final de todo esto. No obstante, la película es sincera. No da gato por liebre, ni es falsa, ni es pretenciosa, y utiliza para emocionar los efectismos justitos. Todo lo que narra puede ser bastante tópico, pero lo cierto es que lo narra muy bien y con sensibilidad, y la dirección de Ludovic Bernard es cariñosa y en especial su dirección de actores y actrices es absolutamente genial. En especial, tengo que destacar el papel de Kristin Scott Thomas, que, siendo una secundaria, creo que entrega la mejor interpretación de toda la película (creo que esta mujer tiene papelones y que está bastante infravalorada en líneas generales). "La clase de piano" es drama americanito ambientado en París y todo lo que ustedes quieran, pero es una fábula bella y coherente sobre la mencionada superación y que toca con lucidez el amor, la amistad y la superación de la decepción vital. La recomiendo, aunque no vaya a pasar a la historia.