PACIFIC RIM de Guillermo del Toro - 2013 - ("Pacific Rim")

Año 2020. La humanidad vive perpetuamente luchando contra los Kaiju, unos monstruos gigantescos que surgieron de los océanos y que tienen una fuerza terrible. Los seres humanos, por suerte, los han investigado y han creados los robots "Jaegers", que son pilotados por hombres y mujeres expertos para combatirlos. Raleigh Becket es un ex piloto de "Jaeger", uno de los mejores, que se alejó hace tiempo de este oficio al perder a su hermano en una misión. Ahora, están a punto de requerir de nuevo sus servicios... Puede que el combate final contra los Kaiju se esté acercando, y alguien le necesita con urgencia.

"Pacific Rim", la última película hasta ahora de Guillermo del Toro (en octubre estrenará "Crimson Peak") es una película visualmente preciosa pero con una trama absolutamente pobre y simple hasta decir basta. El director mexicano quería en esta ocasión realizar un homenaje al género "Kaiju-eiga", el género de las películas de monstruos que, venido desde Japón, tuvo una época de fama incluso en occidente (ahora revitalizada en parte tras esta misma película o el remake del clásico "Godzilla" que se estrenó el año pasado). Como siempre, cuida muchísimo tanto la estética como las escenas de acción, pero descuida completamente lo más importante de cualquier película y de cualquier obra narrativa: los personajes. Porque, desgraciadamente, son lo más plano que uno se puede echar a la cara. Y es una pena, porque "Pacific Rim" tiene una trama inicial graciosa (simple pero graciosa; otra cosa es que no se desarrolle nada), unos diseños muy carismáticos tanto para los monstruos que atacan a los humanos como para los robots que los combaten, unas escenas de batallas bastante bien llevadas (potentes, con garra y con el aura de aventura evocadora perfectamente recreada) y unos efectos especiales geniales, verdaderamente geniales. Por desgracia, todo se termina aquí: los personajes no tienen objetivos más allá del más básico, no evolucionan nada, son tópicos y predecibles, no tienen sentimientos (mueren sus seres queridos y les da exactamente igual... es un error de guión de bulto, propio de adolescente) y están interpretados además con poco acierto (tal vez porque, ya desde el papel, no daban para más y los actores no podían hacer demasiado).

Guillermo del Toro siempre suele tener este fallo: sus personajes son flojos. Y sí, es un autor con un concepto visual muy personal que es indiscutible, pero en demasiadas creaciones suyas le ocurre lo mismo, y por ello al final las termina lastrando. Amén de sus tristemente célebres finales precipitados... "Pacific Rim" no es una excepción; tiene un desenlace verdaderamente cogido con pinzas, mal resuelto y que se acaba de un tajo. Es una pena, como he dicho: la película es un revival verdaderamente original, un homenaje (sentido además, Del Toro es un "freakie") a esos "Godzilla", "Mazinger Z", "Ultraman" o "Power Rangers" que animaron tantas infancias. Sin embargo, no pasa de ser una cáscara muy bonita, un huevo de Pascua muy bien pintado pero sin mucho dentro (por no decir casi nada). Lástima.