viernes, 5 de octubre de 2012
AMERICAN SPLENDOR de Shari Springer Berman y Robert Pulcini - 2003 - ("American Splendor")
1976. Harvey Peckar no es un hombre con suerte. Su mujer le ha abandonado, no tiene demasiadas amistades, trabaja como archivero de un hospital en su ciudad, Cleveland, y no gana mucho dinero; vive en una casa minúscula en la que no le cabe su enorme colección de discos y se siente solo, muy solo, especialmente los fines de semana. Su vida, sin embargo, está a punto de cambiar radicalmente. Observando a su amigo Robert Crumb dibujar cómics, Harvey decide lanzarse a crear el suyo propio, que va a dibujar el mismo Crumb y otros colegas del mundillo. Este cómic se va a llamar “American Splendor“, y va a narrar... Su propia vida, la uno de los miles de perdedores solitarios que vagan por las ciudades de los USA. Harvey no lo sabe, pero la fama está a punto de llamar a su puerta…
Shari Springer Berman y Robert Pulcini han dirigido juntos, como pareja artística, la genial "American Splendor", la mediocre "Diario de una niñera" y la ya mucho mejor "The Extra Man", una destacada comedia independiente.
Shari Springer Berman y Robert Pulcini debutaron en la pantalla grande con uno de los mejores biopics de la pasada década, el de Harvey Peckar, creador de los cómics que dan título al filme, unos cómics que irrumpieron, junto a los de autores como Robert Crumb (amigo íntimo de Peckar y creador de personajes míticos como El Gato Fritz o Mr. Natural) en los USA de finales de los setenta (concretamente empezaron a publicarse en 1976) y que retrataban, desde un prisma ácido, irónico, desencantado y a veces incluso grotesco y brutal, la vida cotidiana de los seres más mediocres, solitarios y perdidos del país de las falsas oportunidades. Estos cómics estaban protagonizados por su propio autor, que no dudaba en retratarse como un hombre pobre y como un pobre hombre: gruñón, rata, misógino, misántropo, desvalido, hipocondriaco, coleccionista compulsivo de discos con los que llenar su vida vacía, rudo y maleducado a veces y absolutamente insoportable otras, se anteponía tanto a los personajes lisérgicos y delirantes del mencionado Crumb como a los superhéroes que todos conocemos para ser, simplemente, un hombre cualquiera con sus dudas, sus neuras y también con sus cosas buenas (Pekar también era un intelectual con una amplia cultura, que apreciaba mucho la amistad verdadera, que quiso mucho a su mujer definitiva y que incluso adoptó una niña cuando estaba completamente en contra de tener hijos) en el que cualquiera puede reconocerse.
El filme, con un gran ritmo, está protagonizado por un Paul Giamatti simplemente soberbio (es un actor enorme en todos los aspectos que clava al personaje) y por el propio Harvey Peckar, que aparece en algunas escenas en persona a modo de documental, y narra la vida del mencionado creador, una vida esencialmente “mediocre” para el standard norteamericano del triunfo y del prestigio a toda costa, Rodeado de amigos igualmente “mediocres” (sus compañeros de trabajo esencialmente, simples archiveros) y con una novia también “mediocre” (genial Hope Davis, genial), Pekar se hace famoso sin esperarlo llevando al papel su simple vida en la ciudad de Cleveland, en la que perderá amores, conocerá otros, encontrará la amistad del mencionado Crumb, conocerá la mencionada fama e incluso será invitado a la televisión, adoptará una niña y luchará, con éxito, contra un cáncer (de aquí viene uno de sus grandes cómics de la serie: “Our Cancer Year“). Peckar, un freak apasionado por la música, coleccionista compulsivo de discos de jazz que se siente muy solo, vive en la Norteamérica de los triunfadores como un completo perdedor que, a pesar de alcanzar el reconocimiento, no termina de encajar en su lugar. Esto fue lo que retrató en su obra, que rompió radicalmente con la moda vigente para criticar a la sociedad de su momento y hacer del hombre común de la calle, de cualquier calle, un gran personaje enfrentado a la vida cotidina. Pekar murió, por cierto, hace poco tiempo: el 12 de julio de 2010. Los que leíamos sus cómics le echamos de menos.
Harvey Pekar, imagino que debía ser un tipo bastante curioso. Por otro lado, ¡qué gran trabajo de Paul Giamatti! Uno de los mejores intérpretes que tenemos por Hollywood
ResponderEliminarMe gusta mucho Paul Giamatti y por recomendación leí American Splendor y posteriormente vi la película para conocer un poco a Pekar, a pesar de que no suelo leer novela gráfica.
ResponderEliminarPelícula interesante para los fans de Paul Giamatti y los de Harvey Pekar.
Saludos.
Si señor, una película interesante, que ofrece bastantes puntos de reflexión. Paul Giamatti, impresionante. Una buena propuesta de cine independiente.
ResponderEliminarSALUDOS.