lunes, 9 de julio de 2012

HARD CANDY de David Slade - 2005 - ("Hard Candy")



Jeff, un fotógrafo de 32 años, queda en un café con Hayley, una adolescente de 14. Ambos se han conocido hace varias semanas por internet. Jeff invita a Hayley a ir a su casa. Ella accede. Jeff no lo sabe, pero está a punto de vivir la peor pesadilla de su vida...


El inglés David Slade, con sólo tres películas en su filmografía, se ha convertido en una de las nuevas promesas del cine fantástico y de terror comercial. El brutal thriller "Hard Candy" le lanzó a la fama, mientras que su segunda obra, "30 días de oscuridad", con unas críticas desiguales, es en mi opinión una cinta excelente. Ya es más flojita la tercera parte de la saga de "Crepúsculo", "Eclipse", que él también ha dirigido, aunque imagino que es un simple producto de encargo. También ha sido uno de los directores de la excelente (y por desgracia cancelada este mismo año por falta de audiencia) serie "Awake".

  
"Hard Candy" es una película un tanto inverosímil, pero es efectiva como cinta de terror, y eso ya es decir mucho en el que posiblemente sea el más devaluado, por desgracia, de todos los géneros cinematográficos junto con la comedia. Especie de versión alternativa del cuento clásico de "Caperucita Roja", el debut en la dirección de David Slade presenta una inversión de dicho cuento ambientado en nuestros días en el que la Caperucita de turno le da al lobo (un pederastilla enrollado y cool modernito) una tunda de esas de no olvidar en la vida. El argumento es casi inexistente: hay una presentación de los dos personajes y la "acción" se desarrolla posteriormente en una misma casa. La nena de turno (una grandiosa Ellen Page) clama venganza por algo que el lobo pederastilla ha hecho, y se dedica a torturarlo, a vejarlo y a jugar con él y con el espectador, que a veces sólo intuye las mencionadas torturas desde el fuera de plano. La película es un tanto inverosímil porque la niña de 14 años a la que da vida Ellen Page no es nada creíble: ningún adolescente de esa edad, por muy inteligente y culto que sea, es capaz de tener unos ciertos conocimientos para hacer unas ciertas cosas que ocurren en el filme. En fin, la excepción confirma la regla en realidad, pero en este caso el personaje no está lo suficientemente desarrollado como para que sea creíble. Por otro lado, el "lobo" urbano interpretado por Patrick Wilson (que no lo hace nada mal pero que es completamente eclipsado por su compañera de reparto) no está tampoco bien desarrollado, y es bastante tópico en sus planteamientos y tampoco tiene un pasado atractivo que explique por qué hace lo que hace. Pero bueno, hay que tener en cuenta que estamos viendo cine de terror, y hay películas con premisas mucho más inverosímiles que las de "Hard Candy" y que funcionan, y lo cierto es que esta película, como he señalado, funciona: es desagradable, es angustiosa, es sádica, da una vuelta de tuerca solvente a una trama medianamente interesante, juega con la sugerencia (con lo que no se ve por medio del mencionado fuera de plano) y contiene escenas que ponen mal cuerpo (lo aseguro). "Hard Candy" se ha convertido en otra suerte de cinta de terror de culto por lo polémico de su argumento (aunque en realidad hoy en día estamos curados de espanto -hace veinte años habría sido esta una película escándalo sin ninguna duda-) y es una de esas obras que se aman o se odian. A mi me divirtió y me propuso algo por lo menos medianamente novedoso.

2 comentarios:

  1. Exacto, no es la película de mi vida, pero si que es un soplo de aire fresco y una propuesta diferente. A mi me gustó. Y parte de culpa la tiene esa pequeña mujercilla llamada Ellen Page, que me encanta.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Tremenda película, amigo... Muy pocas cintas me lo han hecho pasar tan mal como ésta, lo juro. Además, consigue que te pongas de parte del que se suponía que era el malo, y eso es un punto a favor del guion y el gran giro que da. Brutal...
    Un saludo...

    ResponderEliminar