Juliet, Alex y David, médico, periodista y contable respectivamente y jóvenes cínicos y esnobs todos, invitan a un misterioso pero aparentemente formal individuo llamado Hugo a compartir piso con ellos. La vida sigue con normalidad hasta que el bueno de Hugo aparece un día muerto en su habitación, en la que deja una maleta llena de dinero. Juliet, Alex y David deciden quedárselo y desahacerse del cadáver de su breve compañero. El horror llega a sus vidas a partir de este momento... La mafia, la policía y ellos mismos van a ser sus peores enemigos.
El inglés de ascendencia irlandesa Danny Boyle ha creado una filmografía que, conformada por varias películas de culto, conjunga a la perfección la comercialidad con una gran personalidad e independiencia artística y temática. Tremendamente ecléctico, cada uno de sus filmes pertenece a un género distinto y presenta una estética diferente aunque marcada por un efectismo comedido con numerosos toques de pequeñas innovaciones estéticas (animación, efecto pintura, concepción de videojuego…). Sus tramas también son todas distintas las unas de las otras, aunque a menudo aparecen marcadas por una considerable carga de violencia física y psíquica, por un humor muy negro y en ocasiones muy cínicio, y también, a veces, por momentos líricos y muy intimistas. El actor fetiche de su primera etapa fue Ewan McGregor. Después de las producciones para televisión “Inspector Morse” y “Mr.Wroe’s Virgin”, debutó en el cine con la comedia negra “Tumba abierta”, que fue muy bien acogida, tras la cual rodó una de las películas de culto de finales de los noventa, el drama/comedia juvenil sobre las drogas “Trainspotting”. Sus dos siguientes filmes fueron algo más convencionales: la comedia romántica “Una historia diferente” y el drama de aventuras “La playa”, que fue muy mal acogido en líneas generales. Rodó después un genial y aterrador filme de zombies, “28 días después”, con el que se recuperó y con el que supo aportar una gran frescura a un género muy trillado. Después dirigió la comedia seria infantil "Millones", el excelente filme de ciencia ficción "Sunshine" y la que para mi es su peor película hasta la fecha, la supersobrevalorada "Slumdog Millionaire", un retrato maniqueo de La India moderna desde el punto de vista occidental más prejuicioso y tópico. Su último filme ha sido el drama "127 horas" que aún no he podido ver.
Divertidísima comedia negra, "Tumba abierta" fue el reconocido debut de Danny Boyle en la gran pantalla, debut que narra un asunto que repetiría en la posterior "Trainspotting" (aunque en ésta el tema central serían las drogas): la decepción de la amistad en la juventud de nuestros días (en aquella propiciada por los estragos de la mencionada droga y aquí por la pura avaricia). Unos entonces desconocidos y excelentes Ewan McGregor, Christopher Eccleston y Kerry Fox dan vida a tres jóvenes compañeros de piso cínicos con el mundo que les rodea que, esnobs como nadie, quieren a un cuarto compañero que se adecúe a lo que ellos buscan (criterio que cambia aleatoriamente según el momento y según el capricho). El tiro les sale por la culata cuando eligen a un hombre un tanto misterioso pero que les gusta o que por lo menos no les disgusta y que un día aparece muerto en su cuarto, en el que deja un maletín hasta arriba de dinero. El caos se precipita y entran en juego los mafiosos de turno, los policías de turno y, por supuesto, lo peor del género humano que los propios protagonistas representan. El tema del argumento lo hemos visto muchas otras veces (en Hitchcock, en Patricia Highsmith, en Agatha Christie, en Billy Wilder...), pero el retrato amoral de la avaricia, del egoísmo y del cinismo de Boyle funciona: es fresco, es divertido y es por momentos escalofriante a pesar del enorme humor negro que el conjunto, muy sangriento y hasta sádico, destila. El el mundo de hoy la amistad, si hay dinero de por medio, es una utopía, y de la mano de los billetes vienen la locura y la paranoia, el sexo como objeto, el consumismo como droga y por puro aburrimiento y la peor de las perfidias. El estilo es rápido, la narración es ágil y los diálogos son chispeantes en esta trama que mezcla el suspense y el terror con la mencionada comedia de sangre por doquier. Muy destacada.
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