Porco Rosso

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miércoles, 7 de noviembre de 2018

LOS INQUILINOS de Brian O'Malley - 2017 - ("The Lodgers")


Años veinte. Irlanda. Rachel y Edward son dos hermanos mellizos que viven en la ruinosa mansión de su familia, a las afueras de un pequeño pueblo. Todas las noches se acuestan pronto: hay algo que los persigue en los alrededores. Un día, Bermingham, un chico de la localidad, se empieza a sentir atraído por Rachel... Y cosas terribles empiezan a suceder.


El realizador irlandés Brian O'Malley ha dirigido hasta la fecha dos películas: el thriller "Let us prey" y el comentado filme de terror "Los inquilinos".


"Los inquilinos", película de terror realizada en Irlanda, cuenta con una estética preciosa y un escenario genial y también con una ambientación de época fantástica pero con una trama muy, muy floja. Narra la historia de dos mellizos que viven juntos en la vieja mansión familiar, a las afueras de un pueblo un tanto hostil, y que son perseguidos por algo que no voy a desvelar. Como he dicho, todo lo que es caracterización, representación y ambiente, de diez. La fotografía, también. Por desgracia, la historia que se narra en la película empieza con un cierto interés y, a pesar de tener alguna que otra imagen espeluznante y que consigue dar mal rollo, todo termina siendo el conjunto de tópicos de siempre de las películas de su género de siempre, con sorpresas que son predecibles y con un desenlace que se precipita a lo bestia y que lo resuelve todo en un "pis pas" y dejando lagunas. Los protagonistas, además, no tienen gran desarrollo, y sus conflictos son bastante simples. Los secundarios, a pesar de ese retrato que tratan de mostrar de las relaciones terribles que siempre han tenido Irlanda e Inglaterra, son también muy simplones y vacíos. Y en el apartado de "sustos", que son básicos porque estamos viendo un filme de horror, la cosa no despega: apenas hay ninguno que resulte digno y que se salga de lo esperable. Se agradece el cuidado de algunas escenas intimistas, y se nota que Brian O'Malley quiere hacer algo más que un producto del montón, pero la cosa, sencillamente, no le sale bien. Una pena, pero no hay dónde rascar.


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