Whitney, Beth y Lorna, estudiantes norteamericanas en Roma, viajan durante sus vacaciones a Eslovaquia en busca de fiestas, ligues y emociones fuertes. Allí se alojan en una residencia para jóvenes en la que la juerga es diaria y constante. No lo saben, pero algo monstruoso está a punto de ocurrir...
La sonada polémica de "Hostel" con el gobierno eslovaco en 2005 a Eli Roth debió de sudársela bastante, porque en 2007, menos de dos años después, estrenó secuela de su saga estrella y volvió a ambientarla en su inventada Eslovaquia de posguerra, tercermundista y sórdida y, encima, poniéndole un turbo a la violencia. "Hostel II" es ya una basura sin paliativos. Hay más efectos especiales y más presupuesto y se mejoran un poco los escenarios y las escenas de violencia y sadismo son todavía más barrocas y rocambolescas. Es todo casi un "porno gore", como algún crítico dijo en su día. El argumento es una porquería que, tras cepillarse en los cinco primeros minutos al protagonista de la primera parte de una forma indignante y cutre (respeto por el espectador que sigue las sagas cero patatero), repite lo que ya vimos en aquella pero ahora con mujeres. El sustrato esencial es casi lo mismo: secuestro, torturas, rebelión y masacre final a los criminales de turno (por cierto, que su desenlace es una chorrada como un castillo). Actores y actrices malos de solemnidad, personajes de porquería sin relieve ninguno, diálogos de puta pena: todo está empeorado a lo bestia en "Hostel II", que no es más que un filme "exploitation" con presupuesto. Llega a ser una de esas películas de este género de los años setenta, sin medios económicos, y la habrían puesto a parir, pero como es de 2007 y ya los efectos quedan decentes con un poquito de dinero que se meta, muchos la salvan. Sigue la polémica ahí sobre si es una obra de culto o no: para mi no lo es en absoluto. La primera parte la compro, vale: era algo novedoso. Esto no hay por donde cogerlo. Es pura mierda gore, morbo de sangre facilona y fin. Y la tercera parte, de la que hablaré mañana, es todavía peor.
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