Porco Rosso

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lunes, 16 de enero de 2017

UNDERWORLD. GUERRAS DE SANGRE de Anna Foerster - 2016 - ("Underworld. Blood Wars")


Los vampiros siguen siendo poderosos pero son pocos ya y están a punto de sucumbir ante los brutales y numerosos hombres lobos, por lo cual le ofrecen una tregua a Selene para que enseñe a los más jóvenes, la esperanza de la raza, a luchar. Selene acepta... Y se ve inmersa en una terrible conspiración que extiende sus tentáculos más allá de lo que imaginaba.


La americano-germana Anna Foerster ha trabajado en series como "Mentes criminales", "Imborrable" o la famosa "Outlander". Su debut en el largometraje se ha producido con esta muy desafortunada "Underworld: Blood Wars".


Quinta entrega de la ya pesada saga de "Underworld", en la que vampiros y hombres lobo se dan muchas tortas y dicen muchas tonterías. En 2012 se estrenó la cuarta entrega y de hecho la comenté en este blog y ni me acordaba cuando vi la quinta de que había una cuarta (revisando la crítica me di cuenta de que así de interesante era...). Tenemos el esperado cóctel de idioteces con la trama estirada como un chicle sin gracia y sin cariño también esperable. Repite Kate Beckinsale en el papel principal, una actriz que empezó bien pero que se ha acomodado ya, como Milla Jovovich en "Resident Evil", a ser la estrella de una saga muy rentable pero más mala que un dolor de muelas. La "serie B" con presupuesto está institucionalizada, desde luego, y yo me quejo, pero soy el primero que después se traga estas porquerías, aunque eso también me da derecho a ponerlas por los suelos. Tenemos unos personajes que nos importan un pito metidos en un conflicto que nos importa un pito. Ambos, personajes y conflicto, son típicos y tópicos a más no poder. Los diálogos apestan, hay lagunas de guión por todas partes y ridiculeces a tutiplén. Los hombres lobo asaltan un castillo de vampiros y van ganando la batalla pero se retiran por la cara. Para llegar a este castillo los vampiros buenos van en un tren de humanos sin luces y en ruinas (¿?¿?¿?) y luego en caballos lentos a través de la nieve cuando ellos pueden correr kilómetros sin cansarse (y además, si el amanecer les pilla, se mueren). A la mala de turno la encierran en su cuarto sin encadenar y simplemente con la puerta cerrada para que vuelva tranquilamente a matar a los buenos. Una vampira va y viene por las bases secretas de los hombres lobo en toda su puta cara y nadie se cosca de nada. La protagonista es invencible menos cuando lucha contra el malo, que es mucho más débil que ella pero que la fostia sin parar hasta que ella ya se cansa y le arranca la columna vertebral con un dedo. Ah, sí, y al amante de esta protagonista, personaje principal de las dos primeras entregas (la tercera era una precuela), que había desaparecido en la cuarta sin mucha razón lógica, cuentan que se lo han cargado sin que nadie lo haya visto con una cutrez de pena (cuando encima el tío era un híbrido de vampiro y hombre loco casi invencible). En fin, festival del despropósito con una ambientación de puta pena azulada y cansina que repite capacidad para producir sopor. Pura basura.


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