Porco Rosso
miércoles, 18 de enero de 2017
PROYECTO LÁZARO de Mateo Gil - 2016 - ("Proyecto Lázaro")
Año 2084. Marc se despierta en un laboratorio de última generación de una empresa puntera. Hace muchas décadas le diagnosticaron un cáncer terminal y decidió criogenizar su cuerpo para, en el caso de que existiese una cura para su enfermedad, poder "resucitar" en el futuro. Ese futuro ha llegado, y Marc se enfrenta a un mundo completamente nuevo y a una vida totalmente extraña. También, al peso de su pasado, y a las personas que ha perdido y a las que no puede olvidar.
Mateo Gil no empezó nada bien como director con "Nadie conoce a nadie", pero con "Blackthorn" y con "Proyecto Lázaro" se ha redimido, y de sobra. Su tercera película, incursión ahora en la ciencia ficción, es una de las joyas del cine español del pasado año sin ninguna duda. El filme cuenta la historia del primer resucitado de la humanidad, un hombre que, ante un cáncer terminal, decide criogenizar su cuerpo para despertarse muchas décadas después cuando su enfermedad pueda tener tal vez una cura. Se va a tener que enfrentar a un mundo nuevo cuando lo haga, pero también al peso de su pasado. "Proyecto Lázaro" trata varios asuntos universales y otros más específicos y todos los trata con lucidez, con seriedad, con fluidez y con una visión muy aguda. Primeramente, en los universales, tenemos el enfrentamiento con la muerte y con la nada, la visión de la vida como un viaje con o sin sentido, el paso del tiempo y su crueldad, el poder y el valor de los recuerdos y de su construcción y diversas relaciones personales como las de padres e hijos, amigos y sobre todo las amorosas. Luego, concretamente, tenemos una crítica perfectamente trasladable a nuestros días que ataca frontalmente a las maquinaciones comerciales y a las hipocresías del mundo de la medicina y de las empresas médicas y científicas, preocupadas solamente por investigar o curar lo que o a quien les interesa en busca solamente del máximo beneficio económico. Un genial Tom Hugues, acompañado de dos igualmente fantásticas Oona Chaplin y Charlotte Le Bon, borda una interpretación magistral, dolorosa, cruda, sin concesiones. Mateo Gil le sumerge en una pesadilla emocional que pone los pelos de punta y en un estilo pausado, minimalista a veces, le traslada a través de sus recuerdos por un viaje de descubrimiento y reencuentro espléndidamente desarrollado. La ambientación es genial, y los detalles del mundo utópico con rasgos inquietantes y deshumanizados que el filme presenta son geniales y proféticos (excelente la representación del sexo totalmente libre y moralmente despenalizado en todos los sentidos, que creo que será una realidad en pocas décadas por lo menos en occidente). Y además el filme tiene un desenlace del todo sorprende e inolvidable. "Proyecto Lázaro" es la mejor película española de ciencia ficción de los últimos años. Con diferencia.
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