Porco Rosso
jueves, 26 de enero de 2017
OUT OF THE FURNACE de Scott Cooper - 2013 - ("Out of the furnace")
Rusell y Rodney son dos hermanos que viven en un barrio desindustrializado que se sume cada día más en la pobreza y en la delincuencia. Rusell trata de salir adelante como puede trabajando en una de las pocas fábricas que quedan en la zona y Rodney, que ha vuelto traumatizado de la Guerra de Irak, participa en peleas callejeras para ganarse un dinero y porque es incapaz de salir de un circulo de violencia que le repele y a la vez le atrapa. Rodney no para por todo esto de meterse en líos. Y estos líos van a poner a Rusell ante las cuerdas.
"Out of the furnace", la segunda película de Scott Cooper, es tan buena como la primera, "Corazón rebelde", y también es, por desgracia, bastante desconocida en líneas generales. Nos pasamos ahora al género negro, en el que el actor continuaría tras la estrenada hace un año y pico "Blackmass. Estrictamente criminal", y tenemos una clásica historia de hermanos problemáticos que viven en un ambiente marginal y que recurren a la violencia, a veces por obligación y a veces no, para salir adelante tanto física como emocionalmente. Uno es un genial Christian Bale y otro un igualmente magnífico Casey Affleck. El primero trata de llevar una vida normal pero el fatalismo de su pobreza endémica le hace caer una y otra vez en situaciones inevitables que le marcan para toda la vida. El segundo ha vuelto de la Guerra de Irak y es incapaz de renunciar a su vida de sangre y lucha, a pesar de que precisamente ha vuelto del conflicto completamente traumatizado. "Out of the furnace" es un retrato social sobre le susodicha crisis económica que incide especialmente en el círculo de la violencia que nunca termina. Hay causas que lo precipitan, como la pobreza o la falta de oportunidades que hacen que alguien se vea obligado a ser soldado o vea cómo su trabajo de toda la vida se va al carajo porque trasladan su fábrica a la hiperbarata China, pero en última instancia es la propia violencia la que engendra más violencia en una espiral interminable. El personaje de Woody Harrelson, que está por cierto soberbio, es una personificación de esta violencia desenfrenada, enfermiza, que contamina todo lo que hay a su alrededor. Es la violencia que siempre está ahí, de la que no se puede escapar aunque uno quiera y aunque a uno las cosas le vayan mejor, y lo curioso es que él ama esta mencionada violencia tanto como el personaje de Cassey Affleck, que después de todo no puede vivir sin ella porque no puede dejar de ejercerla.
En este sentido, el filme es una muestra de cómo a pesar de estar "domesticados" por normas y enseñanzas sociales de convivencia básica, no podemos renunciar a ciertos impulsos. Luego llegan el odio y la venganza. Siendo una película en la que la crisis global en la que aún estamos inmersos está presente, creo que falla ligeramente en dotar finalmente a esta crisis de menos importancia de la que tiene en la trama. Sin embargo, esto no malogra una película magnífica en todos los demás aspectos. Los secundarios están excelentes también (Forest Whitaker, Willem Dafoe o Zoe Saldana divinos todos) y Scott Cooper sabe otorgar al conjunto una dirección sobria, brutal, sucia, muy realista y en la que el paisaje de desmembramiento industrial mezclado con naturaleza cataliza el comportamiento de los protagonistas. Muy destacada película que como he dicho es, por desgracia, bastante poco conocida.
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