Porco Rosso
sábado, 27 de agosto de 2016
STAR TREK: EN LA OSCURIDAD de J.J. Abrams - 2013 - ("Star Trek Into Darkness")
Tras una misión desastrosa en el planeta salvaje Nibiru, el capitán Kirk es degradado a primer oficial y Spock asignado a otra nave. Entre ambos surge de nuevo una leve enemistad. Sin embargo, pronto van a volver a tener que unir sus fuerzas: un terrible atentado terrorista en Londres pone en jaque a la Federación... Un terrible atentado perpetrado por uno de los hombres más crueles, fríos, inteligentes y peligrosos de la galaxia. Llega una nueva misión para la tripulación del Enterprise.
La segunda entrega de las aventuras de la nueva tripulación del Enterprise llegó tres años después de su antecesora y volvió a ser dirigida por J.J. Abrams, que no decepcionó. En esta película, una vez presentado el universo galáctico de la anterior, tiene más tiempo para centrarse en el desarrollo de los personajes y es lo que el director hace en ella, aunque especialmente desarrolla la relación entre Kirk y Spock y la lleva más allá de lo que vimos en aquella (y especialmente creo que el segundo de ellos es el protagonista principal del filme). Tenemos también muestrarios de nuevas razas (por ejemplo los míticos Klingon, que ya aparecen y que ya prometen nuevas futuras tramas) y un villano de altura que está perfectamente al nivel (muy alto) que dejó el "romulano" Eric Bana del "Star Trek" de 2009 interpretado por Benedict Cumberbatch (del que hablaré un poco más en el espacio del "Spoiler", abajo, para los que todavía no hayan podido ver el filme). Volvemos además a tener unas escenas de acción excelentes y cargadas de dinamismo (la persecución y lucha final creo que es especialmente fantástica), una representación riquísima en escenarios y razas nuevas (y con una fotografía excelente) y unos efectos especiales fuera de toda duda en cuanto a calidad. Todo ello llevado con ritmo, y equilibrando pefectamente, como nos tiene acostumbrados Abrams, la mencionada acción y la aventura, el drama y el toque de humor que caracteriza también a la franquicia. Creo, sin embargo, que el filme es demasiado largo y que le sobran alrededor de veinte minutos: el "tempo" de la primera película estaba, pienso, mejor aprovechado y llenado. "Star Trek: En la oscuridad" se me hizo por su parte final algo más lenta y se me resintió, a pesar de que el mentado ritmo lo recupera. Después de rodar este filme, J.J. Abrams hizo algo bastante polémico: dejó esta saga para pasarse a la de "Star Wars", su "rival" por decirlo de alguna manera (se dice, ya saben, que ambas franquicias eran rivales, algo así como se decía de los Beatles y de los Rolling Stones, aunque para mi esto es una tontería) y esto molestó a algunos fans del universo "treakie". Para la tercera entrega de esta hasta ahora trilogía se eligió como realizador tras la cámara a Justin Lin, un director mediocre (director de bastantes entregas de la saga de "The Fast and The Furious") que, sin embargo, ha cumplido de sobra. De "Star Trek: Más allá" hablaremos ya mañana.
SPOILER: Creo que recuperar al villano Khan para este filme ha sido un acierto (y además se homenajea a la segunda película de la vieja línea tempora, "Star Trek II: La ira de Khan", que también lo tenía como figura antagónica principal) y que Benedict Cumberbatch es un grandísimo actor para darle vida. Sin embargo, creo que prefiero al viejo Khan con su toque más primigenio y su aura de extrañeza menos fría y aséptica. Es una cuestión de gusto personal de todas formas: este nuevo Khan como he dicho cumple de sobra y está perfectamente a la altura de villanos de esta saga.
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