martes, 20 de enero de 2015
EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS de Peter Jackson - 2014 - ("The Hobbit: The Battle of the Five Armies")
El dragón Smaug se ha lanzado sobre la Ciudad del Lago y pretende reducirla toda a cenizas. Por suerte, un héroe del pueblo, Bardo, va a plantarle cara... Mientras, Bilbo y sus amigos enanos permanecen aislados e impotentes en las ruinas de Erebor. Además de Smaug, otra amenaza se cierne sobre ellos... Está a punto de empezar una de las más grandes y cruentas batallas de la historia de la Tierra Media.
¿Qué es lo que pasa cuando adaptas una novelita de unas 200 páginas en tres películas de más de dos horas? Pues ya lo sabemos: trama alargada como un chicle, subtramas inventadas, personajes que no salían en la novela que hay que meter por la fuerza para rellenar, personajes igualmente inventados... En fin, es lo que hemos visto en las dos primeras partes de la adaptación cinematográfica de "El Hobbit". Y... ¿Qué es lo que pasa además cuando en las dos primeras películas metes casi toda la novela? Pues que para rellenar el metraje de la tercera tienes que inventarte... Casi toda la película. Y para colmo, Peter Jackson, el creador de esta cosa y de sus antecesoras, se la ha inventado mal. "El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos" es un auténtico despropósito. Tras una introducción de cinco minutos en la que se despacha de mala manera toda la conexión con la segunda entrega de la saga, se pasa a una batalla de dos horas y pico interminable y, además, mal rodada. Los personajes apenas tienen desarrollo en esta orgía de combates indiscriminados y los que lo tienen están mal desarrollados (el papel protagonista de Bilbo queda reducido de mala manera, el carácter de Bardo desaparece un trecho del filme para aparecer casi al final, Galdalf pierde importancia de forma cutre y Legolas, que ni siquiera aparece en la novela, se hace el amo del cotarro sin razón ninguna...), mientras que los mencionados combates son largos y pesados y hunden un ya de por sí ritmo inexistente. Y encima, Jackson rueda todo mal. Sí, la película, como he dicho, está mal rodada.
La batalla infumable que se zampa casi todo el metraje es muy confusa, tiene fallos gigantescos de raccord por todas partes, aparece y desaparece su sonido ambiente en según qué momento cuando toda la acción se desarrolla en sus alrededores (terrible fallo, de bulto e incomprensible en un director experimentado), el espectador no sabe con certeza cuáles son los cinco ejércitos implicados en ella (es que ni se explica, oigan, y algunos de estos ejércitos aparecen SEGUNDOS, sí, segundos) y todo termina en una sucesión infumable de supuestos "combates decisivos" metidos a lo bestia y sin sentido de la acción y de su despliegue y despachados uno tras otro como en una cadena de montaje.
Para colmo de los colmos (y aquí aviso de que viene un enorme spoiler, aunque la verdad es que creo que es mejor que el espectador fan de la obra de Tolkien los sepa de antemano), a Peter Jackson no se le ocurre otra cosa que despachar al dragón Smaug en cinco minutos (sí, en los cinco primeros minutos de película nos lo cargamos y ole y a otra cosa mariposa) de forma que todo el final supuestamente sorpresivo de "El Hobbit: La desolación de Smaug" no sirva para absolutamente nada. "El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos" es pura basura, un subproducto muy bien empacado para sacar los cuartos descaradamente al personal, la horrenda culminación de una adaptación infame que nunca tendría que haber sido una trilogía. Jackson, lo has hecho FATAL.
Yo todavía no he visto esta tercera entrega, pero dudo que pueda parecerme más aburrida que "Un viaje inesperado". De todos modos, quizás te alegre saber que un fan entusiasta del libro ha hecho su propio montaje de la trilogía de "El Hobbit" convirtiéndola en un film de unas 4 horas y media. Más información (incluyendo enlaces de descarga; ¡yo ya la tengo bajada!) en este enlace:
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