Raimunda y Sole son hermanas. La primera está casada con un hombre irresponsable y vago y se mata a trabajar en varios empleos para sacar adelante a su hija adolescente. La segunda, abandonada por su marido, cobra algo de dinero de una peluquería ilegal que ha montado en su piso. Aunque las dos viven en Madrid, nacieron y se criaron en un pueblo de La Mancha. Un día, les comunican que su tía Paula, a la que las dos querían mucho y que vivía en este pueblo, ha muerto. Se desplazan al lugar para asistir al entierro... Y entonces, todo su pasado vuelve de golpe a sus vidas.
Creo que a Pedro Almodóvar le quedan mil veces mejor sus películas más "sobrias" (sobrio en término "almodovariano", quiero decir) que las experimentales (salvo excepciones como "La piel que habito"). Después de la fallida "La mala educación", en la que quería rizar tanto el rizo de la trama retorcida que todo se le acabó yendo de las manos de mala manera, volvió a hacer lo que mejor se le da: el drama puro, de estructura directa y personajes sentidos. "Volver" retoma lo mejor del director manchego y narra la historia de tres generaciones de mujeres luchadoras, independientes, fuertes pero que también tienen su corazoncito. Personajes tremendamente humanos que son los que mejor se le dan y además interpretados por un elenco de actrices absolutamente magistral y en total estado de gracia que, precisamente y no de casualidad, representan a tres generaciones de la interpretación (valga la redundancia) española. Carmen Maura vuelve con fuerza a la filmografía del director y entrega un papel soberbio, y lo mismo hacen Penélope Cruz, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Chus Lampreabe y también la entonces muy joven Yohana Cobo.
La película, como su propio nombre indica, es un drama de retorno y, además. un homenaje a La Mancha natal del autor. De gran carga costumbrista, habla de sentimientos desterrados física y emocionalmente, del paso del tiempo, de la distancia, de la muerte, de la amistad, del paso de las generaciones y sus problemas y de las relaciones entre madres e hijas. El fondo en el que se desarrolla la obra es un pueblo de La Meseta en el que el viento duele, en el que la comida sabe maravillosamente y en el que se siente el frescor de los patios interiores de sus casas blancas (todo con el toque almodovariano, por supuesto, su collage estético no falta).
"Volver" es una película a veces casi minismalista, de sentimientos a flor de piel pero delicadamente desplegados, en la que hay que intuir constántemente qué ocurre por medio de lo que no ocurre y en la que la sutileza cargada de significado está en todos sus planos. Todos los personajes están perfectamente desarrollados y los diálogos, cargados de sentimientos, ponen los pelos de punta. Y, aunque creo que en la trama sobra esa horrible subtrama negra que no viene a cuento y que no pega en el conjunto ni con cola (fallo habitual de Almodóvar, el meter cosas estrambóticas o cruentas en historias que no lo son por la cara, fallo que repite demasiadas veces desde sus inicios), este hecho se puede olvidar. El desenlace de la película salta las lágrimas, además. "Volver" es otra de las obras maestras de este director, desde luego.
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