Porco Rosso

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viernes, 5 de agosto de 2011

¿QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO? de Pedro Almodóvar - 1984 - ("¿Qué he hecho yo para merecer esto?")


Gloria es un ama de casa que, casada con un taxista machista que no la valora en absoluto, vive en un piso de un barrio de las afueras de Madrid cargando sola con todo el trabajo del hogar y bregando, además de con su marido, con sus dos hijos macarras y con la madre de éste, una vieja egoísta. Nadie le agradece su labor en la casa, ni tampoco las horas extra que realiza limpiando para particulares. Gloria es adicta a las anfetaminas y su única amiga es su vecina prostituta. Gloria lleva una vida que no quiere seguir llevando…


Hasta que llegó a las salas “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” a Pedro Almodóvar no se le consideró un autor “serio”. Sus primeras obras habían sido comedias en las que quedó bien definido aquello que hoy en día se conoce como “almodovariano”. Sin embargo, a pesar de dejar asentada esta personalidad, lo que las tres narraban era, básicamente, frívolo, aunque en “Entre tinieblas”, su tercera cinta, ya empezó a esbozar algún personaje más desarrollado y que se salía del esperpento puro y descerebrado de los personajes que poblaban “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” y “Laberinto de pasiones”. “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” siguió siendo “almodovariana” en todos los aspectos (nunca dejarían de serlo todas sus obras hasta nuestros días): su acabado visual era de nuevo el ya clásico y permanente collage de influencias que presentan las obras del manchego, al igual que su trama, en la que se fusionaban todo tipo de géneros (negro, pasional, comedia, costumbrismo, fantástico…) y en la que encontrábamos escenas y personajes de cualquier clase y condición (sin ninguna duda, el mejor de todos es la niña con poderes paranormales). Sin embargo, algo ya variaba en éste filme: era “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” un claro alegato feminista y a favor de la igualdad.


Carmen Maura da vida en esta película de una manera realmente soberbia (es uno de sus más grandes papeles) a un ama de casa hundida en un ambiente hostil que, a pesar de aparecer retratado con mucho humor, no dejaba de ser un ambiente lleno de patetismo. Casada con un taxista exigente, machista y que no le hace caso, ha de soportar, en un piso minúsculo de un barrio de clase obrera de Madrid, además de a éste hombre, a su ratera madre (desternillante Chus Lampreave) y a sus dos hijos adolescentes irresponsables y con tendencia a meterse en líos de droga y de calzones. Ella carga sola con todo el trabajo de la casa, y nadie se lo agradece lo más mínimo. Además, hace horas extra limpiando para particulares y es adicta a las anfetaminas. El personaje de Maura es ya la primera y plena “mujer almodovariana”, una mujer fuerte sumida en un mundo hostil o que la desprecia y que, con su coraje, con su optimismo, con la buena amistad de otras mujeres (su vecina prostituta, que con un trabajo socialmente despreciado es verdaderamente libre en contraposición a ella) o con su comprensión y ternura termina saliendo adelante. Veríamos este retrato femenino repetido en prácticamente todas las obras posteriores del autor. Era este filme, además, como he comentado arriba, un filme claramente reivindicativo que denunciaba la vida anodina y sin futuro a la que miles de amas de casa de todo el país eran (y son hoy aún) condenadas por una sociedad machista, clasista e hipócrita. La herencia neorrealista que la película tiene es clara, así como las referencias al cine de del maestro alemán Rainer Werner Fassbinder, especialmente en el retrato de la mujer luchadora al que he hecho referencia. “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” es una película cruda y dura, pero también cargada de humor, de ternura y abierta a la esperanza. Su desenlace es realmente emotivo. Es, además de una de sus mejores obras, la que certifica la madurez total de Pedro Almodóvar.

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